SOJA, INFORMACIÓN Y ALERTA.
RED NACIONAL DE ACCION ECOLOGISTA (www.renace.net)
Respetable Jñâpika Satya Gurú Dr. Pablo Elías Gómez
Posse
La soya como la leche de vaca solo se debe consumir
cultivada por bacterias u hongos
y eso debe ser hecho por un experto.
RENACE – RED NACIONAL DE ACCION ECOLOGISTA, lanza su campaña:
EVITEMOS QUE FORMOSA CAIGA EN LA TRAMPA DE LA SOJA
Desde RENACE estamos iniciando una campaña para que la
provincia de Formosa no se vea arrasada por las plantaciones de soja y el uso
del glifosato. Estamos a tiempo de evitar una catástrofe ambiental en vuestra
provincia. Nuestro objetivo es que los agricultores, los legisladores, los
medios de prensa, los docentes. Tengan información y herramientas para asumir
las decisiones apropiadas y evitar un futuro desastre.
CONSUMIDORES ENGAÑADOS:
El consumo de soja tiene mucha prensa. Se presenta como la solución al hambre.
Se promociona como el alimento perfecto. La dura realidad la revela como una
trampa: los niños pequeños alimentados a soja no podrán asimilar hierro, calcio
o zinc, y su sistema hormonal será desequilibrado. Su desarrollo intelectual
será menor que el resto de los niños. Las embarazadas que consumen soja como
dieta base, tendrán serios problemas en el sistema hormonal de su bebé y de
ellas mismas. Y los adultos, que creímos en el espejismo de la soja
(transgénica o no) incorporamos dosis hormonales fortísimas y nos exponemos a
baja de defensas y a complicaciones de alergias. En verdad: somos las víctimas
de la necesidad de las multinacionales de ubicar la soja con la que alimenta al
ganado el primer mundo. La soja crea una
deficiencia de la vitamina B1. El ácido fítico se une a los minerales
impidiendo su absorción especialmente zinc, calcio y magnesio.
Los que consumen muchos
productos con soja, tienen riesgo de sufrir deficiencias de estos minerales. La
soja es una fuente de proteínas incompleta y desequilibrada.
Los porotos de soja
tienen propiedades antitiroides. Las isoflavonas estrogénicas presentes en la
soja tienen fama de ser beneficiosas para la salud. La dura verdad es que las
personas que consumen productos de soja regularmente pueden sufrir diversos
desequilibrios de la tiroides. Los estudios con animales vinculan a las
isoflavonas de la soja con el bocio. Otros estudios vinculan el consumo de soja
no solamente con el hipotiroidismo, sino también con bajos niveles de energía,
deficiente absorción de minerales, e infertilidad. La proteína de soja
texturizada es utilizada como relleno a pesar de que contiene anti-nutrientes.
Tanto el de soja como otros aislados de proteínas pueden causar un balance de
calcio negativo en los seres humanos y contribuir a causar osteoporosis.
LECHE QUE NO ES
LECHE El jugo de soja se usa como
reemplazo de la leche de vaca y se la promociona para el consumo masivo en las fórmulas
para bebés. La leche de soja no es equivalente a la leche humana ni a la
vacuna. Y no solo eso: el JUGO DE SOJA (así debe llamarse) posee
características negativas como alimento para bebés o niños: puede modificar su
desarrollo hormonal. Le incorpora al bebé sustancias que actúan como hormonas
en tal grado, que el organismo siente estar recibiendo el equivalente a varias
pastillas anticonceptivas al día, concentraciones de compuestos estrogénicos
22.000 mayores que los de la leche humana o de la leche en polvo de vaca,
podría causar un desarrollo prematuro de los pechos y de características
sexuales en jovencitas, y la posibilidad de que los órganos masculinos no se
desarrollen normalmente en la pubertad del varón. Además, carece de colesterol,
una sustancia esencial para el adecuado desarrollo del cerebro y del sistema
nervioso central de los niños.
El lobby de la soja. ¿POR
QUÉ NOS DAN SOJA HASTA POR LAS OREJAS?
La Argentina, como país
agrícola ganadero de cosechas récord, no puede alimentar a sus pobladores. Esto
es posible gracias un perverso modelo agroalimentario implantado en la última
década y media en el que las grandes empresas transnacionales y la industria
semillera dependiente de agrotóxicos llevó al país a producir para exportar sin
valor agregado, operación que no se traduce en alimentos de calidad suficientes
para alimentar a nuestra población. Un esquema de producción que achica mano de
obra y degrada el ambiente hasta el límite de dejarlo estéril. En resumen: una
agricultura sin agricultores, deforestadora de bosques y de selvas nativas, con
expulsión de comunidades campesinas, en el afán de extender la frontera sojera
hacia regiones que no resisten muchos ciclos de cultivo sin degradarse. Casi la
totalidad de los cultivos de soja son transgénicos, bajo firmas que venden la semilla y el paquete tecnológico al campesino
cada vez más pobre, a precio dólar. Hoy, se promociona la soja transgénica para
paliar el hambre. Esa soja en el primer mundo es la comida del ganado.
Es una simple maniobra para abrir nuevos mercados para los productores multinacionales
. El Foro de Nutricionistas
(Foro para un Plan de Alimentación y Nutrición, con el auspicio de UNICEF) en
Julio de 2002, alertó al gobierno nacional (que los había consultado junto a
especialistas de distintas instituciones como la FAO; UNICEF; Universidades Nacionales;
Ministerios; INTA, Sociedad Argentina de Pediatría, Caritas, otros) que
"En cuanto al uso de la Soja, se recomienda puntualizar cuál es su real
valor nutricional, su uso adecuado como complementación en el marco de una
alimentación variada y completa, y la recomendación de no denominar a la bebida
obtenida de la soja (jugo) como "leche" [leche de soja], pues no la
sustituye de ninguna manera. (...) es deficitaria en muchos nutrientes, y por
su alto contenido de fitatos interfiere en la absorción del hierro y del zinc;
tampoco es una buena fuente de calcio. (...) La utilización de soja debe
contemplar el impacto ambiental y social, los requerimientos de capacitación
para su adecuada utilización. Este fue el consejo que recibió el gobierno
nacional antes de permitir la "soja solidaria", ocultándose estas
realidades y sometiendo a la gente a una dieta empobrecida y riesgosa. Antes de
doblegar al país ante el poder de las multinacionales. Antes de legitimar que
la gente coma alimento para ganado. Desde el punto de vista del agro, el Glifosato (herbicida asociado a la soja) es un
BIOCIDA: deja el campo yermo, matando TODO ELEMENTO VIVO El INTA, recien en diciembre del recien
terminado 2003, ha advertido sobre la degradación irreversible de los suelos y
la caída de la producción agrícola a mediano plazo, agregando que la siembra
directa y el uso de variedades modificadas tolerantes al glifosato "no
constituyen una alternativa sustentable", y que, si se consideraran sus
costos ambientales, la conclusión, sobre la rentabilidad del cultivo, sería muy
distinta.
OFRECEMOS MATERIAL
AMPLIATORIO: SOBRE LA SOJA COMO ALIMENTO INFANTIL DOCUMENTO OFICIAL DEL MINISTERIO
DE SALUD FOLLETO DEL MINISTERIO DE SALUD MATERIAL DE ANALISIS SOBRE EL MODELO POLITICO
DE LA SOJA EFECTOS DE LOS HERBICIDAS SOBRE LA SALUD TRANSGENICOS Y SALUD HUMANA
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BIOS ARGENTINA, Coordinación operativa RENACE, Sres periodistas: les
agradeceremos dar la debida difusión a esta información generada en la RED
NACIONAL DE ACCION ECOLOGISTA. Gracias.
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===============================*
SOJA, PEDIATRÍA, ¿ESQUIZOFRENIA?
Por Luis E. Sabini Fernández.- 19/04/04
Los dictámenes
de unos trescientos pediatras y nutricionistas establecieron que la ingestión
de soja no era aconsejable para niños y absolutamente desechable para menores
de dos años, por la abundancia de estrógenos que en organismos muy jóvenes
pueden alterar los sistemas endócrinos
En setiembre, la Sociedad
Argentina de Pediatría albergó a dos expertos en nutrición infantil, James
Anderson y Ekhard Ziegler, estadounidenses (aunque presentados como
"internacionales") que desmintieron -sin señalarlo expresamente- las
conclusiones a que arribara el "Plan Nacional de Alimentación y
Nutrición" convocado a mediados de 2002 por el gobierno de Duhalde y
presidido por su cónyuge, cuando la crisis de diciembre de 2001 estaba aún
fresca, el hambre también y una serie de organizaciones del complejo sojero
habían inundado el país con el plan "Soja solidaria".
Los dictámenes de unos trescientos
pediatras y nutricionistas establecieron que no se debía designar leche al jugo
extraído mediante cocción de la soja por carecer de calcio, que la ingestión de
soja no era aconsejable para niños y absolutamente desechable para menores de
dos años, por la abundancia de estrógenos que en organismos muy jóvenes pueden
alterar los sistemas endócrinos y, más en general porque los déficit
alimentarios ahora presentes en el país no se "arreglan" con soja
sino con alimentos conocidos, "tradicionales".
Los especialistas
visitantes, a su vez, presentaron resultados de investigaciones que no sólo
permiten sino aconsejan la presencia de soja en la alimentación infantil y
particularmente en la de bebes, por las "excelentes propiedades
nutricionales" de la soja.
¿Qué tenemos que hacer
los habitantes del país? ¿Aceptar la esquizofrenia? Porque a
"títulos", nadie parece ceder la derecha a nadie. Tanto es así, que
Clarín Rural hizo la crónica de la presentación de los doctores norteamericanos
con la consigna "Porotos para grandes y chicos" (6/9/03).
Hay dos elementos claves
para "entender" el aparente pandemonium, que no es tal.
1. Los apuradísimos
representantes norteamericanos, que se despidieron, casi sin responder
preguntas porque literalmente perdían el avión, fueron contactados y
auspiciados por una organización cuyo nombre no apareció en "los
créditos", al menos directamente: provienen de las universidades de
Kentucky y Iowa respectivamente, los auspicia la Fundación Bioquímica
Argentina, los alberga la S. A. de Pediatría pero el verdadero eje de esta
aparición fue Monsanto.
El consorcio que ostenta
ese nombre debe sufrir arrebatos de modestia para preferir lucir diversos
rótulos en sus frentes de actuación. En este caso, el anfitrión fue el
International Life Sciences Institute, que con ese mismo nombre, sin traducirlo
siquiera, tiene una oficina en Argentina. Y el Instituto de Ciencias de la Vida
es un órgano de RR.PP. de Monsanto.
Con lo cual, el
tratamiento de la soja ya no resulta hecho desde la investigación objetiva,
sino desde una determinada finalidad extracientífica, ya sea filantrópica
(afianzar la "soja solidaria"), geopolítica o empresarial.
2. El apuro de Anderson y
Ziegler tal vez no les permitió observar el marco en el cual presentaron sus
consejos elaborados a lo largo de una actividad suponemos que sería en EE.UU.:
insistieron una y otra vez que la soja es perfectamente compatible con otros
alimentos; que es altamente recomendable junto a otros alimentos. Que
"utilizada dentro de una dieta balanceada, lo más variada posible" es
absolutamente recomendable con sus mejoras en colesterol, etcétera.
Pero para mejorar el
colesterol hay que ingerirlo primero. En carne, por ejemplo. Y el problema en
Argentina, con el hambre, es que la gente no come, o no come lo suficiente. Y
que la "soja solidaria" ha sido presentada como el sustituto de otros
alimentos y no como su complemento.
Se ha generado una falsa
oposición. Ziegler y Anderson han golpeado en puertas abiertas.
Una jugada maestra.
Porque estos profesionales vienen con un mensaje, tal vez válido en EE.UU.,
absolutamente improcedente en Argentina, y mediante una prestidigitación
mediática, aparecen aquí avalando la sojitis criolla con una realidad ajena.
Luis E. Sabini Fernández
Periodista, editor de
Futuros, coordinador del seminario de Ecología y DD.HH. de la cátedra de DD.HH.
de la Fac. de Filosofía y Letras de la UBA.
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SOJA Y SALUD HUMANA. MITOS Y
MENTIRAS POR DOQUIER
19/07/12
Más allá de
las cuestiones sociales, toxicológicas, económicas, políticas y ambientales que
surgen del cultivo de soja transgénica (99% de la producción nacional), el
poroto de soja en sí mismo, aún si fuese orgánico y no transgénico, representa
un grave problema para la salud humana, por la combinación de varios factores
que trataremos de resumir.
Más allá de las
cuestiones sociales, toxicológicas (1), económicas, políticas y ambientales (2)
que surgen del cultivo de soja transgénica (99% de la producción nacional), el
poroto de soja en sí mismo, aún si fuese orgánico y no transgénico, representa
un grave problema para la salud humana, por la combinación de varios factores
que trataremos de resumir.
Existe profusa y sólida
evidencia científica de los problemas que ocasiona su consumo regular, por lo
cual se invita a consultar la información y a verificar la sólida bibliografía
disponible en la web (3), que no podemos reproducir por cuestión de espacio.
Nunca fue alimento base
En la China antigua
apreciaban esta planta por su efecto fertilizante del suelo (fija nitrógeno).
Recién durante la dinastía Chou (1134-246 AC), con el dominio de la técnica de
fermentación, comenzó a consumirse el poroto, en forma de fermentados (tempeh,
natto, miso, shoyu) que aseguran la completa inactivación de sus
antinutrientes. Luego (siglo II AC) se comenzó a cuajar el puré de porotos
cocidos (tofu), proceso que inactiva antinutrientes, aunque no totalmente.
En 1930 la soja
representaba apenas el 1,5% de las calorías en la dieta china. En 1998 se
precisó que los japoneses consumían 8g diarios de proteína de soja (dos
cucharaditas), en forma de fermentados y condimentos. Un dato no menor: la soja
utilizada antiguamente en Oriente era glicina, diferente a la que se cultiva
actualmente (glicina max), que ha sido mejorada para obtener más proteína (y también
más isoflavonas).
Virtudes ilusorias
A fines del siglo XX, una
avalancha publicitaria, basada en “serios estudios científicos”, la aconsejaba
como una panacea nutricional y terapéutica. A tal punto que propulsó la
adopción del término “nutracéutico” (nutriente y fármaco a la vez) por parte de
la industria. El consumo de soja era esencial para resolver los desordenes
menopáusicos, bajar el colesterol, proteger el sistema cardiovascular, combatir
el cáncer, paliar el hambre en el mundo y asistir a los carenciados.
Al mismo tiempo, la
industria le encontró miles de aplicaciones, aprovechando su riqueza proteica,
sus grasas saludables, su plasticidad industrial y su bajísimo costo. Hasta los
idealistas bienintencionados pensaron que era la forma de reducir el consumo de
proteína animal (vegetarianos) y evitar daños al medio ambiente (ecologistas).
Pero rápidamente el mito se fue derrumbando.
Desorden nutricional
Si bien la soja posee
alto tenor proteico, su valor biológico (49 frente al índice 100 del huevo) se
ve limitado por deficiencia en aminoácidos esenciales azufrados (metionina,
cisteína) y por la presencia de inhibidores de las proteasas (enzimas como la
tripsina, necesarias para degradar su proteína). El factor inhibidor no se
inactiva completamente con la cocción y los procesos industriales; sólo con
lentos procesos de fermentación que van desde varios meses a 3 años. Las
consecuencias: mala digestión, déficit de crecimiento, trastornos gástricos,
agotamiento pancreático, carencia de vitamina B12…
Otro peligroso
antinutriente es el ácido fítico, presente en otros granos pero de mayor
concentración en la soja. Esta sustancia bloquea la asimilación de minerales
claves (calcio, magnesio, hierro y especialmente el cinc). La cocción
prolongada lo inactiva parcialmente, sólo la fermentación lenta lo inactiva
totalmente. Con el tofu (queso de soja), los orientales consumen también
pescados o carne, lo cual contrarresta al ácido fítico; esto no ocurre en
dietas vegetarianas con soja.
Las hemoaglutininas, que
aglutinan los glóbulos rojos y reducen la absorción de oxígeno, son otros
antinutrientes de la soja. Estas lectinas deprimen el crecimiento, generan
coágulos sanguíneos y reacciones alérgicas, afectando también a los enterocitos
(células de la mucosa intestinal) y por tanto disminuyen la absorción de
nutrientes.
A nivel de minerales, la
soja posee elevadas y problemáticas concentraciones de manganeso y fósforo. El
manganeso es 80 veces más abundante que en la leche materna, y su exceso
disminuye los niveles de dopamina, genera hiperactividad y falta de
concentración (características del DDA infantil), espasmos, temblores y
comportamiento violento.
El fósforo, mineral que
en exceso también está asociado al déficit de atención infantil y a la fibromialgia,
es un antagonista del calcio y por tanto un promotor de la osteoporosis.
Recordemos que nuestro organismo necesita una relación ideal entre
calcio/fósforo de 2,5:1 (índice presente en la leche materna), lejano al índice
de la leche vacuna (1:1), pero totalmente desequilibrado respecto al índice de
la leche de soja (0,4:1) o la harina de soja (0,35:1).
Otro factor de desorden
nutricional en la soja, son sus azúcares indigeribles. Se trata de
oligosacáridos (estaquiosa y rafinosa) que no pueden ser degradados por
nuestras enzimas, generando las características flatulencias intestinales tras
su consumo.
Las
nefastas isoflavonas
Podemos decir que el
mayor problema de la soja son sus publicitadas y abundantes isoflavonas
(genisteína, daidzeína). Convertidas en una panacea terapéutica para las
mujeres en menopausia, son en realidad uno de los aspectos más peligrosos del
consumo de la soja y sus derivados.
Estos fitoestrógenos
(mecanismos defensivos naturales de la planta en respuesta a plagas) ya habían
sido identificados como problemáticos en animales, allá por los años 50, cuando
todavía no se utilizaba en alimentación humana. Los estudios del Dr. Mike
Fitzpatrick en Nueva Zelandia mostraban evidencias de trastornos endocrinos,
infertilidad, leucemia y cáncer al incorporar soja en alimento de mascotas y
animales.
Más tarde se demostró en
Japón que apenas dos cucharadas diarias de poroto de soja, durante un mes,
bastaban para generar hipertrofia tiroidea (bocio) y pancreática, reducción del
timo (glándula comando del sistema inmune), hipotiroidismo, constipación,
fatiga y letargo.
Esto fue refrendado luego
por estudios ingleses y americanos. Una investigación del Kings College of
London, mostró que la genisteína bloquea el paso de espermatozoides al útero,
dificultando la concepción, por lo cual la profesora Lynn Fraser aconsejó no
consumir soja a quienes desearan el embarazo. Otro estudio inglés demostró que
consumir durante un mes 60g diarios de proteína de soja, afectaba el ciclo
menstrual, efecto persistente hasta 3 meses después de abandonar la ingesta de
la leguminosa.
La Escuela de Salud
Pública de Harvard en Boston puso en evidencia el negativo efecto estrogénico
de la soja en hombres: disminución del conteo de espermatozoides, infertilidad,
aumento de peso, dificultades perceptivas y baja de la libido. Esto confirma el
uso de la soja en monasterios orientales, donde la consideraban útil para
aplacar el deseo sexual.
La abundante
investigación mundial dio sobradas pruebas de los efectos de las isoflavonas de
la soja: inhibición de las hormonas esteroides (estradiol) y las hormonas
tiroideas (T3/T4), desordenes del aparato reproductor, infertilidad,
hipotiroidismo, tiroiditis autoinmune, cáncer tiroideo, daño hepático
(cirrosis), problemas de conducta, deficiencia inmune, insuficiencia
pituitaria, colon irritable, déficit de percepción y memoria, cáncer de mama…
Sin embargo la industria
de la soja se las ingenió para ignorar esta fuerte evidencia basada en las
consecuencias del consumo de bajas cantidades diarias de soja (dosis de riesgo:
0,5mg de isoflavonas por kg de peso). Por el contrario, florecieron campañas
promoviendo el “saludable” uso de soja para bajar el colesterol (25g diarios de
proteína aislada) o resolver problemas de menopausia (el doble de la dosis de
riesgo).
Pero lo más grotesco
tiene que ver con el gran desarrollo de fórmulas para lactantes, destinadas a
bebés alérgicos a la leche vacuna, o vegetarianos. En pequeños organismos,
estas raciones de soja (isoflavonas) equivalen a 16 veces la dosis de riesgo
antes citada, ó 5 píldoras anticonceptivas diarias para un adulto, ó 1.000
veces más efecto estrogénico que la lactancia materna.
El Ministerio de Salud de
Israel prohibió la fórmula para bebes a base de soja, tras 3 muertes de bebes y
7 daños cerebrales en pocos días. En Inglaterra la leche de soja ha sido
desaconsejada en menores de 2 años y embarazadas. La Comisión de Alimentos del
Reino Unido recomendó no exceder el consumo diario de 40mg de isoflavonas de
soja en adultos; estos valores se alcanzan con apenas 20g de poroto ó harina de
soja, ó 70g de tofu, ó 200cc de leche de soja ó 100g de brotes de soja.
Daños de procesamiento
Los agresivos métodos
industriales necesarios para obtener derivados del poroto de soja, generan
ulteriores problemas nutricionales. La obtención del aislado de proteína (SPI
por sus siglas en inglés), ingrediente clave en muchos alimentos, es un ejemplo
ilustrativo.
El poroto es atacado con
una solución alcalina para quitar la cáscara; luego es precipitada mediante un
lavado ácido y finalmente es neutralizada en una solución alcalina. El lavado
ácido en tanques de aluminio, transfiere (lixivia) gran cantidad de este
mineral al producto. La cuajada resultante se seca por aspersión a alta
temperatura para generar un polvo de alto contenido proteico. Mediante
extrusión a alta temperatura y elevada presión, se obtiene la proteína vegetal
texturizada (TVP).
Pese a la alta
temperatura, estos procesamientos no alcanzan a eliminar completamente el
inhibidor de tripsina; en cambio, desnaturalizan la proteína (reduce los
aminoácidos lisina y cisteína) y generan nitritos carcinógenos. El
procesamiento alcalino también genera lisinoalanina, una toxina cancerígena.
Dado el fuerte sabor a
poroto, se deben añadir saborizantes artificiales (glutamato monosódico en
imitaciones cárnicas) y/o endulzantes. Por ejemplo, los ingredientes declarados
de una leche de soja en polvo, son, en orden cuantitativo: jarabe de maíz,
aislado de proteína de soja, aceite de soja parcialmente hidrogenado, azúcar,
mezcla de vitaminas y minerales, maltodextrina, sal, sabores artificiales, mono
y diglicéridos.
En experimentos
alimentarios, el uso de SPI incrementa la demanda de vitaminas E, K, D, y B12,
y crea síntomas de deficiencia de calcio, magnesio, manganeso, molibdeno,
cobre, hierro, y zinc. El ácido fítico remanente en estos productos de soja
inhibe fuertemente la absorción de zinc e hierro; los animales de laboratorio
alimentados con SPI muestran órganos agrandados (páncreas y tiroides) y una
mayor generación de ácidos grasos en el hígado (4).
El problema de estos derivados de la soja (SPI, TVP) es su
omnipresencia en los más variados e insospechados alimentos, lo cual impide
evitarlos. Encontramos aislado de proteína de soja y proteína vegetal
texturizada en: bebidas, panificados, alimentos dietéticos, leches de soja,
fórmulas infantiles, comedores escolares, golosinas, bebidas dietéticas,
productos para deportistas, fiambres, imitaciones cárnicas, helados, productos
lácteos, barritas de cereales, mayonesas, productos de comida rápida…
Además, estos derivados del poroto están forzosamente presentes en toda
la cadena alimentaria, al ser la base de balanceados para cría animal intensiva
(feed lot, estabulación, jaulas, piscinas). Por cierto que los animales
alimentados con proteína de soja muestran los mismos problemas de salud que los
humanos: déficit de crecimiento, hipertrofia de órganos, hígado graso,
tumores...
En materia de aceites, los benéficos ácidos grasos esenciales de la
soja (omegas 3 y 6) son desnaturalizados por presión, solventes y temperatura
(hasta 270ºC en atmósfera controlada) de los eficientes procesos industriales,
que requieren agresivos procesos de refinación para eliminar indeseables
texturas y olores (neutralizado, desgomado, blanqueado, desodorizado) (5). Los
AGE sólo se encuentran en aceites obtenidos de presión en frío, método
“ineficiente” que extrae apenas el 20% de la materia grasa del grano.
El aceite de soja refinado se destina principalmente a la hidrogenación
industrial (margarinas), proceso que permite modular texturas (de líquido a
sólido) adecuadas a las más diversas exigencias de la moderna ingeniería de
alimentos, con bajo costo y gran conservación (resultan estables grasas
transaturadas).
En el procesamiento doméstico o artesanal, el tiempo necesario y el
alto costo energético (horas de remojo y cocción), induce a buscar soluciones
más “convenientes”. Por ello las pequeñas elaboraciones (milanesas de soja,
tofu) hacen uso de la harina de soja cruda. En el caso de las milanesas, el
poroto molido es apenas sometido a pocos minutos de hervor (confección) y un
ligero dorado (consumo). Obvio que así se evitan las altas temperaturas y las
nitrosaminas cancerígenas, pero los antinutrientes quedan intactos e
indigeribles los nutrientes.
Como corolario, y más allá de esta realidad apabullante que puede sonar
obsesiva, creemos necesario compartir un testimonio desgarrador, del cual
fuimos involuntarios testigos años atrás. Un bienintencionado matrimonio de
Córdoba que por entonces se proveía de nuestros porotos de soja orgánicos y no
transgénicos, decidió criar a su bebé recién nacido, evitando alimentarlo con
la problemática leche vacuna. Con paciencia, hacían caseramente su propia leche
de soja para el niño. A los dos años nos cuentan desesperados, sobre el
diagnóstico del bebé alimentado con leche de soja casera: cirrosis hepática y
leucemia. ¿Hace falta más evidencia? www.ecoportal.net
Extraído del libro "Nutrición Depurativa"
Referencias:
1. http://www.espaciodepurativo.com.ar...
2. http://www.espaciodepurativo.com.ar...
3. Ver “Por qué debe evitarse la soja” de Sally Fallon y Mary G. Enig,
en http://www.axel.org.ar...
4. Rackis, Joseph, J.,
"Biological and Physiological Factors in Soybeans", Journal of the
American Oil Chemists' Society 51:161A-170A, January 1974 - Rackis, Joseph J.
et al., "The USDA trypsin inhibitor study", ibid.
5. Ver apartado “Los aceites procesados”.
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EE.UU. ESTUDIA APROBAR LAS
PROPIEDADES
ANTICANCERÍGENAS DE LA SOJA
Redacción - Madrid.-
Las autoridades
alimentarias de Estados Unidos están estudiando una petición para aprobar las
propiedades sanitarias de los alimentos basados en la proteína de soja. The
Solae Company (www.solae.com),
empresa que ha presentado la petición, ha sugerido que su consumo puede reducir
el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como los de mama, próstata y
colon.
La petición se basa en 58 estudios que apoyan la relación entre
el consumo de alimentos basados en la proteína de soja y la reducción del
riesgo de desarrollar esos tipos de cáncer.
La compañía recopiló los estudios científicos y las
investigaciones realizadas hasta la fecha sobre alimentos basados en proteína
de soja y la reducción del riesgo de
desarrollar ciertos tipos de cáncer. Los investigadores de los equipos de salud
y nutrición de Solae, junto con otros científicos externos, evaluaron la
bibliografía científica existente. Como resultado de este proceso, obtuvieron
la documentación, con pruebas científicas de peso, que presentaron a la agencia
alimentaria estadounidense para apoyar su petición.
La aprobación de las propiedades sanitarias supone, según la
legislación de ese país, que éstas se pueden utilizar en el etiquetado y
envasado del producto. Existen, además, otros muchos estudios que indican que
una dieta rica en proteína de soja es beneficiosa para el corazón. Dichos
estudios se utilizaron como prueba para conseguir que, en 1999, las autoridades
estadounidenses aprobaran sus propiedades sanitarias alegando que « 25 gramos
de proteína de soja diarios, como parte de una dieta baja en grasas saturadas y
colesterol, puede reducir el riesgo de enfermedades coronarias».
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Internacional 06.09.2006
THE SOLAE COMPANY SE CONSOLIDA
EN ARGENTINA
La empresa espera crecer un 20% este año
The Solae Company,
innovador global en desarrollo tecnológico, investigación y aplicación de la
proteína de soja y otros ingredientes característicos de la industria
alimenticia, anunció un crecimiento en su cartera de clientes. Actualmente
provee de proteínas saludables de soja a las principales marcas de productos
alimenticios del país. Entre ellas se destacan fórmulas infantiles, salchichas
y hamburguesas 100% vegetal, premezclas para milanesas de soja, jugos, barras
de cereal y suplementos deportivos.
En la Argentina, la
empresa ha tenido un crecimiento sostenido durante los últimos años y para este
año proyectamos un crecimiento del 20% en relación a 2005.
“Desde nuestra llegada a
la Argentina hemos tenido como objetivo proveer a las empresas alimenticias con
nuestros productos, elaborados en base a estrictos sistemas de calidad y
profundas investigaciones internacionales. Esto nos permite suministrar
soluciones a la industria cárnica, desarrollar el segmento de bebidas y barras
de cereal fortificadas con proteínas de soja, siendo este último el segmento de
mayor crecimiento dentro de la gama de alimentos funcionales - comentó Jordan
Rizetto, Director de Marketing para América Latina. “Somos conscientes de las
mejoras nutricionales que proporciona la soja y por eso, esperamos continuar
creciendo junto con el país.
The Solae Company opera
en cuatro segmentos primarios de la industria de la alimentación: cárnicos,
productos de consumo masivo, alternativos a productos lácteos y productos
nutricionales. Entre los mismos, se destacan: Proteína Aislada de Soja
(ISP). Proteína Concentrada de Soja. Proteína Texturizada de Soja (TSP). Lecitina de Soja. Fibra de Soja. Harina de Soja Desgrasada.
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LOS PELIGROS DE LA SOJA (SOYA)
¿Cuánta soja se puede consumir
sin peligro?
¿Es perjudicial para nuestra
salud?
Aquí algunos alcances al
respecto
RESEÑA HISTÓRICA
En julio de 1996 el
Departarnento de Salud del Reino Unido advirtió que los fitoestrógenos
encontrados en las fórmulas de leche de soja para lactantes podrían afectar la
salud de éstos. Al advertir a los profesionales de la salud, el Médico en Jefe,
Sir Kenneth Calman, dijo que las fórmulas con soja sólo se les deben
administrar a los bebés siguiendo las recomendaciones de un profesional de
salud. Hizo énfasis en que la leche materna es el mejor alimento para proteger
a los bebés de cualquier alergia y comentó que existen alternativas a la soja
para recetarles a los bebés con alergias y que no pueden tomar leche materna.
Las fórmulas para lactantes basadas en la soja y la mayoría de los productos
derivados de la soja contienen una clase de componentes naturales conocidos
como fitoestrógenos, los cuales producen una actividad biológica en los seres
humanos y en otros mamiferos. Como lo sugiere el nombre, los fitoestrógenos
tienen la capacidad de imitar algunas de las acciones del estrógeno, la hormona
femenina; sin embargo, los fitoestrógenos también causan un amplio rango de
otros efectos en el sistema endocrino. Existe la preocupación de que ciertas
clases de fitoestrógenos presentes en la soja (Isoflavonas) tienen un potencial
toxico importante en el sistema reproductor y en el desarrollo, si les son
suministradas a los lactantes. En 1996 el Comité Gubernamental de Asesoramiento
Alimentario del Reino Unido les pidió a las compañías que investigaran la
eliminación de las Isoflavonas de la soja en la leche administrada a los
lactantes, pero a pesar de la evidencia de que esto es posible (ver a continuación)
las compañías aun no han llevado a cabo dicha investigación.
PREOCUPACION POR LA SALUD
DE LOS LACTANTES
Los efectos biológicos
potenciales en los lactantes debido a lasIsoflavonas de la soja han sido
claramente identificados, e incluyen cambios en las funciones de las glándulas
sexuales, el sistema nervioso central, la glándula tiroides y los patrones de
comportamiento (1-6).La exposición de los lactantes a las fórmulas a base de
soja, y por ende a las Isoflavonas es bastante alta, 1000 veces mayor que la
encontrada en los lactantes alimentados con leche matema o con fórmulas a base
de leche de vaca (7-9).
Las Isoflavonas son absorbidas por los lactantes (7) y los niveles de
éstas en el plasma sanguíneo de los lactantes a los que se les han administrado
fórmulas a base de soja son comparables a los niveles que tienen efectos
estrogénicos significativos en los experimentos con animales (10). Al igual que
muchos factores que afectan negativamente el sistema endócrino, las Isoflavonas
de la soja pueden afectar el buen funcionamiento de la glándula tiroides en los
seres humanos. Según diversos documentos de los años ´60, los lactantes
alimentados con leche de soja desarrollaron bocio aunque los
factoresbociogénicos no fueron identificados en ese momento (11-15). Otros
informes más recientes han identificado la real y potencial toxicidad de la
soja en la glándula tiroides (16-19), identificandose como el factor activo en
la soja, a las Isoflavonas. En pruebas in vitro, estos compuestos inhiben las
reacciones catalizadoras de la peroxidasatiroidea, en concentraciones que son
comparables a aquellas presentes en el plasma de los lactantes humanos (20). Se
ha encontrado bocio maligno en los animales experimentales alimentados con soja
(21) y existe el potencial de que las Isoflavonas de la soja causen cáncer en
la glándula tiroides de los seres humanos. Existen informes de otros efectos
biológicos de las Isoflavonas en los lactantes (22-23).
También existen informes sobre los efectos biológicos en los adultos.
En un estudio sobre la alimentación realizado en el Reino Unido a mujeres
premenopáusicas, se comprobó que 60 gr de proteína de soja por día durante un
mes, afectaba el ciclo menstrual, y los efectos de lasIsoflavonas continuaron
durante tres meses después de terminada la dieta con soja. Estos efectos se
presentaron en niveles de dosificación de acuerdo con el peso corporal, lo cual
significa que las dosis estuvieron en un orden de magnitud más bajas que los
niveles a los cuales están expuestos los lactantes. Para estos últimos, los altos
niveles de exposición, junto con una alimentación regular y frecuente durante
el día, dieron como resultado que los lactantes alimentados con leche de soja
presentaban mayores niveles de Isoflavonas en el plasma que cualquier otro
grupo. Por lo tanto, los lactantes alimentados con leche de soja están
expuestos a grandes dosis deIsoflavonas por mucho más tiempo, en comparación
con las mujeres premenopáusicas afectadas por la ingestión de soja, de los
estudios mencionados.
Dc hecho, los lactantes que son alimentados con leche de soja desde su
nacimiento pueden experinientar estas altas exposiciones hasta por 12 meses o
más tiempo, incluyendo los períodos criticos de la diferenciación sexual
después del nacimiento.
Hasta la fecha los efectos de las Isoflavonas en las mujeres se
presentan como cambios en el status de las hormonas esteroides sexuales y en la
secreción de los pezones (25-25). En las mujeres premenopáusicas, existe un
claro potencial para que las Isoflavonasmodifiquen la fertilidad. Aunque el
estudio no fue concluyente, se identificó una asociación positiva importante
entre el consumo de formulas a base de soja y la creciente aparición de
telarquía prematura en Puerto Rico (26).
In vitro, las Isoflavonas de la sojya son inhibidores potentes de
laoxidoreductasa 17-b-hidroxiesteroide (27-28) y por lo tanto pueden modular la
síntesis y el metabolismo del estradiol y de otras hormonas esteroides (29). Se
ha demostrado la toxicidad de lasIsoflavonas en la reproducción y en el
desarrollo de diferentes especies de animales (30-34). Fue la toxicidad de los
niveles dietarios de las Isoflavonas en los animales lo que causó la primera
alarma en la comunidad científica y atrajo la atención al hecho de que las
Isoflavonas de la soja afectaban el sistema endocrino (35). En diversos
animales, como los leopardos (34), los ratones (33), las ratas (21), las
codornices (32), los esturiones (36) y las ovejas (37) se han observado efectos
sobre la reproducción, infertilidad, enfermedades de la glándula tiroides o enfermedades
en elhigado causadas por la ingestión de Isoflavonas.
ELIMINACIÓN DE LAS ISOFLAVONAS DE LAS FÓRMULAS INFANTILES
En 1996, el Comité Asesor de Alimentos del gobierno Británico le pidió
a las compañías fabricantes de fórmulas a base de soja que investigaran la
posibilidad de reducir los niveles de fitoestrógenos en sus productos. El
procesamiento stándard hace muy poco por reducir los niveles relativos de
Isoflavonas en las fórmulas infantiles a base de soja (38-39). Sin embargo las
Isoflavonas se pueden eliminar mediante la extracciónetanólica y esto ha sido
demostrado en diversos documentos que detallan los métodos para analizar las
Isoflavonas en los productos de la soja (38-40). También se puede conseguir
proteína de soja libre de Isoflavonas como es el caso de la Arcon F, un
producto de la proteína de soja producida por la Compañía Daniels Midland,
usada como control en los estudios clinicos (24). Los laboratoriosAbbott-Ross
(fabricantes de la fórmula con base de soja, isomil) han desarrollado una
fórmula baja en fitoestrógenos e informan de pruebas exitosas del producto
(41).
A pesar de todas estas evidencias de que es posible eliminar
losfitoestrógenos a nivel comercial, los fabricantes de las fórmulas a base de
soja para los lactantes se resisten a hacerlo. En el Reino Unido, su gremio
comercial, la Asociación de Fabricantes deAlirnentos Infantiles y Dietéticos
(IDFA en inglés) le ha comunicado a la Comisión de Alimentos que el
procesamiento para eliminar los fitoestrógenospodría afectar la calidad de la
proteína (42) - una afirmación que parece ir en contra de la evidencia
presentada anteriormente.
Está bien demostrado que los lactantes son especialmente sensibles a
los factores que afectan el sistema endócrino y por esta razón son un grupo de
alto riesgo en términos de exposición. Por lo tanto, cualquier exposición de
los lactantes a estos factores, incluyendo losfitoestrógenos, se debe mantener
en el mínimo nivel posible. Sin embargo, en la actualidad, los lactantes
alimentados con leche de soja están sometidos a una exposición más alta que
cualquier otro grupo de la población; una situación que ha llevado al Doctor
Daniel Sheehan, Director del Departamento de Investigaciones sobre el
Desarrollo y la Reproducción en el Centro Nacional de Investigaciones
Toxicólogas de la FDA (Food and Drugs Administration, EE.UU.) a observar que
los lactantes alimentados con fórmula a base de soa han sido puestos en riesgo,
en un gran experimento humano de niños, sin control y sin ninguna norma (43).
Los riesgos asociados con la exposición a los fitoestrógenos por parte
de los lactantes están bien determinados y las primeras sospechas surgieron
hace una década (44). Posteriormente, han sido identificados los efectos
nocivos de los fitoestrógenos en los lactantes alimentados con soja: en
particular es evidente que los lactantes alimentados con fórmulas con soja
están en un verdadero riesgo de sufrir dafioscrónicos en la tiroides y de hecho
los lactantes que sufran de un mal funcionamiento de la tiroides deben evitar
fórmulas con soja y la leche de soja. Puede que pase cierto tiempo antes de que
se cuantifiquen totalmente otros riesgos, pero se pueden evitar todos los
riesgos, ya que está disponible la tecnologia para que los fabricantes reduzcan
en gran parte el contenido de fitoestrógenos en las fórmulas con soja.
La Comisión de Alimentos considera que es irresponsable por parte de
los fabricantes de las fórmulas de soja continuar poniendo a los lactantes en
un riesgo innecesario por la exposición a los fitoestrógenosy por lo tanto ha
solicitado la eliminación inmediata de losfitoestrógenos en las fórmulas de
soja para los lactantes.
¿QUE HAY ACERCA DEL USO TRADICTONAL DE LA SOJA EN LA ALIMENTACIÓN DE
LOS LACTANTES?
En Asia la soja no fue utilizada en la alimentación de los lactantes.
En 1930 el DoctorRa Guy del Departamento de Salud Pública del PeipingUnion
Medical College encontró: “pertinente observar que nunca se ha observado que
las mujeres de Peiping usen leche de soja natural para alimentar a sus hijos. Esta
bebida no se hace en las casas en Peiping, sino que es vendida por vendedores
ambulantes como una solución muy débil y caliente de la proteína de soja y
generalmente es consumida por los ancianos como reemplazo del té. La leche de
soja, como complemento de la dieta de los lactantes, es bastante tediosa
ydificil de preparar. Su demanda se basa en que ha sido ofrecida recientemente
en los diferentes centros de salud, pero es tan ajena a esta comunidad como la
leche de vaca” (45). En publicaciones posteriores, el doctor Guy informó del
uso de la leche de soja como alimento para los lactantes. El objetivo de este
informe fue el de comentar sobre los posibles usos de la leche de soja para
solucionar el problema de alimentar los lactantes que no recibian suficiente
lechematema en un paisdonde no se consume la leche de vaca. De nuevoGuy observó
que aunque se “venda caliente una leche de soja diluida o TOU FU CHIANG en las
calles de Pekin y ésta era ingerida por los ancianos en lugar de té, al
contrario de las naciones occidentales, no se usaba la leche de soja para
alimentar a los lactantes” (46).
¿PUEDE LA SOJA CAUSAR TRASTORNOS DE LA GLANDULA TIROIDES EN LOS SERES
HUMANOS?
Se ha demostrado que la soja afecta las funciones de la glándula
tiroides en los seres humanos. Un estudio realizado por investigadores
japoneses concluyó que la ingestión de una cantidad moderada de soja por parte
de pacientes adultos podría causar el agrandamiento de la glándula tiroides y
suprimir la función de ésta (17).
Estos investigadores estudiaron los efectos de suministrar 30 gr
diarios de soja en encurtido sobre la función de la glándula tiroides. Durante
la investigación, se informó que la ingestión de iodo (en algas marinas) fue
normal en todos los pacientes.
Los consumidores de grandes cantidades de Soja pueden presentar los
síntomas de hipotiroidismo sin sospechar una conexión con la dieta
Los investigadores observaron un aumento significativo en los niveles
de TSH en un grupo de 20 adultos alimentados con soja durante I mes (grupo I) y
en un grupo de 17 adultos alimentados con soja durante 3 meses (grupo 2). En
dos de los pacientes, los niveles de TSH aumentaron dramáticamente, de
aproximadamente 1 micro-U/mL hasta 6.5 o 7.5 micro-U/mL. No se presentaron
cambios significativos en los niveles de iodo inorgánico, T3 o T4 en ninguno de
los grupos, pero hubo un aumento significativo en el F T3 y en el F T4 de los
pacientes del grupo 2 después de dejar de consumir soja.
Se apreció un bocio no bien definido e hipotiroidismo en tres de los
pacientes del grupo 1 y en ocho de los pacientes del grupo 2. Los pacientes del
grupo 2 también presentaron sintomas asociados con el hipotiroidismo:
estreñimiento (53% de los pacientes), fatiga (53% de los pacientes) y letargo
(41% de los pacientes).
El bocio en los 11 pacientes era un bocio no bien definido que se
encontraba entre los rangos I y 11 de agrandamiento. Uno de los pacientes del
grupo 1 desarrolló tiroiditissubaguda. El tamaño del bocio se redujo en nueve
de los pacientes después de 1 mes sin consumir soja pero persistió en dos de
los pacientes. Se necesitaron 6 meses de tratamiento con T4 para que se
redujera el tamaño del bocio en estos paclentes.
El hipotiroidismo subclinico se define como la combinación de un TSH
moderadamente elevado con un T4 libre normal , una condición que se esta
volviendo común y que eventualmente puede evolucionar hacia un evidente
hipotiroidismo, especialmente en aquellas personas con anticuerpos
antitiroides. El hipotiroidismo subclinico se define como un estado
asintomatico en el cual la reducción de la secreción de las hormonas de la
tiroides se compensa mediante un aumento en la producción de TSH para mantener
un status clinicamente eutiroideo.Esta condición es de la mayor importancia y
su prevalencia parece estar aumentando. Factores de la dietas pueden jugar un
papel importante en el desarrollo de esta condición. Una alta ingestión de un
compuesto bociógeno puede aumentar la secreción de TSH y el aumento de la
secreción de TSH está también relacionado con el creciente riesgo de cáncer en
la tiroides. Vale la pena notar que en los Estados Unidos de América la
frecuencia del mal funcionamiento de la tiroides en las personas menores de 45
años se ha duplicado desde 1985.
LA SOJA Y EL CÁNCER DE MAMA
Las personas que estén consumiendo soja o suplementos de isoflavonacon
la esperanza de reducir el riesgo de contraer cáncer deben pensarlo dos veces.
Mientras los consumidores y los profesionales de la salud están siendo
bombardeados con publicidad de la industria, que exalta las propiedades
anticancerígenas de lasIsoflavonas de la soja, muchos investigadores del cáncer
están diciendo justo lo opuesto; que el consumo de las Isoflavonas de la soja
puede aumentar el riesgo de contraer cáncer. Por ejemplo, las mujeres
posmenopáusicas que consuman Isoflavonasde la soja como Terapia de Reemplazo
Hormonal (TRH) natural, tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. En
1996 el Doctor Nicholas Petrakis de la Universidad de California en San
Francisco, informó que “el consumo prolongado de proteína aislada de soja tiene
un efecto estimulante en los senos de las mujeres premenopáusicas,
caracterizado por un aumento en la secreción de los fluidos del pecho, la
aparición de células epitelialeshiperfísticas y niveles elevados de estradiol.
Estos hallazgos sugieren un estimulo estrógenico desde las Isoflavonas
genistein y la daidzeincontenidas en el aislado de la proteína de soja”. (25).
El doctor CraigDees del Laboratorio Nacional deOak Ridge ha encontrado que
lasIsoflavonas de la soja hacen que se reproduzcan las células cancerosas del
pecho. Informó que: “bajas concentraciones de genisteinpueden estimular a que
las células MC-7 entren en el ciclo celular” (47). El Dr.DeesConcluyó “que las
mujeres no deben consumir ciertos alimentos (por ejemplo productos derivados de
la soja) para prevenir el cáncer de mama”. El Doctor William Helferich de la
Universidad de Illinois apoya la tesis de tomar precauciones acerca del consumo
de soja para prevenir el cáncer de mama. Recientemente declaró que; “existe la
probabilidad de que el genistein en la dieta estimule el crecimiento de tumores
dependientes del estrógeno en los humanos con bajos niveles de estrógeno
endógeno circulando, tales como los encontrados en las mujeres que posmenopáusicas”
(48).
¿CUANTA SOJA SE PUEDE CONSUMIR SIN PELIGRO?
Las observaciones realizadas por el estudio de la Clínica de
TiroidesIshizuki indican efectos bociógenicos importantes en pacientes
alimentados con 30 gr de soja al día. Basándonos en las concentraciones de
Isoflavonas encontradas en la soja japonesa (38), 30 gr de soja pueden
contribuir hasta con un total de 23 mg delgenistein y 10mg del daidzein. Para
un adulto que pese 70 kg. estosería igual a la ingestión de 0.33mg/kg de peso
corporal de genistein y 0.14 mg/kg de peso corporal de daidzein por día. Esta
cantidad de consumo de isoflavona es aproximadamente tres veces más alta que la
cantidad consumida en el Japón, la cual es de 0.08 a 0.13 mg/kg de peso
corporal del genistein total por día para un adulto que pese 70kgs (49).
Para los lactantes alimentados con fórmulas a base de soja, la
exposición a lasIsoflavonas es mucho mayor que la de cualquier otro grupo de la
población. Los lactantes menores de 6 meses que sean alimentados iniciamente
con fórmulas de soja tienen una ingestión de hasta 5.4 mg/kg de peso corporal
de genistein y 2.3 mg/kg de peso corporal de daidzein por día (7). Por esta
razón, los lactantes alimentados con fórmulas de soja estan expuestos a niveles
aproximadamente 16 veces mas altos deIsoflavonas que los pacientes del estudio
Ishizuki.
Las concentraciones de Isoflavonas encontradas en productos disponibles
en NuevaZelandia (33) indican que una dieta de 500 g de leche de soja más 200 g
de queso de soja por día, podría dar como resultado la ingestión de hasta un
total de 135 mg degenistein y de 80 g de daidzein. Para un adulto que pese 70
kg., esto equivale a la ingestión de 1.9 mg/kg de peso corporal de genistein y
de 1.1 mg/kg de peso corporal de daidzein por día. Este grado de exposición a
lasIsoflavonas es más de cinco veces la exposición de los pacientes en la
investigación de Ishizuki y otros.
Los usuarios de los suplementos de isoflavona pueden consumir hasta 40
mg degenistein por día. Para un adulto que pese 70 kg. esto es equivalente a
0.57 mg/kg de peso corporal de genistein por día lo cual es 1.7 veces más que
la cantidad que se ha comprobado que causa efectos bociógenicos.
Por lo tanto los lactantes alimentados con fórmulas de soja, los
consumidores de grandes cantidades de soja y los usuarios de suplementos de
isoflavona pueden presentar los sintomas de hipotiroidismo sin sospechar una
conexión con la dieta. Desafortunadamente existen pocos datos acerca de qué
constituye un nivel apropiado de ingestión de soja, aunque parece ser que los
consumidores en los paisesoccidentales ahora pueden estar consumiendo mayores
cantidades de soja que la consumida como parte de una dieta tradicional
asiatica. Los consumidores de soja deben ser cautelosos y no exceder el consumo
de más de 40 g deIsoflavonas de soja por día. Se han observado desordenes de la
tiroides y otros efectos biológicos en dosis iguales o por encima de este
nivel.Aproximadamente, se pueden encontrar 40 mg deIsoflavonas en:
Poroto de soja y harina de soja 12-25 g (0.4-0.9 oz)
Soja molida 20 g (0.7 oz)
Queso de soja (tofu) 70-130 g (2.5-4.6 oz)
Leche de soja 200-300 g (7.1-10.6 oz)
Brotes de soja 100 g (3.5 oz)
¿POR QUÉ NO SE DIFUNDE ESTA INFORMACIÓN?
La gente tiene el derecho a saber exactamente qué está comiendo y como
está alimentando a sus hijos. ¿,Por qué las agencias gubernamentales se
resisten informar al público? En junio de 1998, el Doctor Mike Fitzpatrick se
reunió con el personal del DHS de California para expresar su preocupación
acerca de la soja y en particular las fórmulas a base de soja. Recibió una
respuesta por escrito de la toxicóloga del DHS, Doctora Susan Loscutoff,
quienaflrmó:
“Estoy de acuerdo en que los altos niveles de isoflavonas en las
fórmulas para alimentar a los lactantes son motivo de preocupación.”“No estoy
de acuerdo en que los padres tengan el derecho a saber que las fórmulas a base
de soja contienenIsoflavonas y la clase de toxicidad que las Isoflavonas puedan
causar en los lactantes, ya que los padres no sabrian como interpretar esa
información.” Esta es latipicarespuesta de las agencias que temen represalias
de las industrias de la soja si Ilegarana alertar al público acerca de los
peligros potenciales para la salud con relación a lasIsoflavonas de la soja.
¿QUE PUEDO HACER?
Envíe esta información a los profesionales de la salud y a sus
amigos.Escríbale al Departamento de Salud Estatal solicitando información
acerca de los riesgos asociados con el consumo de Isoflavonas de soja,
especialmente por los lactantes. Escríbale a políticos que simpaticen con la
causa y exprese su preocupación acerca de la presencia deIsoflavonas en las
fórmulas a base de soja. Pida información a las empresas fabricantes de
productos de soja y a los organismos gubernamentales responsables de la
legislación y control de calidad de alimentos y medicamentos, pida una
explicación sobre las fórrnulas a base dc soja y los suplementos de Isoflavonas
de soja. Esté preparado para respuestas como “NO HAY EVIDENCIA DE QUE HAYA
RIESGO”. Sin embargo, los hechos prueban lo contrario.
*=============================
CINCO ARTÍCULOS DEDICADOS A
DESENMASCARAR LAS MENTIRAS
DETRÁS DE LOS SUPUESTOS
BENEFICIOS DE CONSUMIR SOJA.
.- La soja: demasiado bueno para
ser cierto.
.- Soja: ¡no crea en la
propaganda!
.- Soja: el lado oscuro de
"La Cenicienta"
.- La soja y el cáncer.
.- Soja: Controles inexistentes
en un sistema esencialmente corrupto.
Signs of the Times ("Señales de los
Tiempos")
LA SOJA: DEMASIADO BUENO PARA
SER CIERTO.
Brandon Finucan y Charlotte Gerson.
soyonlineservice.co.nz
mar, 06 sep 2011 06:16 CDT
Tomado de Optimal Wellness Center
Traducción de Román Quirós M.
Comentario: Este artículo
expone con claridad sólo algunos aspectos de los tantos vinculados al consumo
del "veneno llamado soja". SOTT comparte esta visión y se esfuerza
día a día por difundir este tipo de información. De todos modos notamos que el
artículo sugiere en algunos pasajes que las grasas animales no son beneficiosas
para la salud y en este punto diferimos (como también difiere el Dr. Mercola
citado en el último párrafo).
Hoy día hay muchísima
buena ciencia que ha dado a luz valiosas pruebas de que las grasas y proteínas
de origen animal no solo son beneficiosas para la salud sino que son
esencialmente necesarias.
Para más información
sugerimos la lectura del artículo: "Los alimentos prohibidos que nunca
debe dejar de comer". http://espanol.mercola.com/boletin-de-salud/disfrute-las-grasas-saturadas-son-buenas-para-usted.aspx
Aunque ya en 1966 había
considerables investigaciones sobre las substancias perjudiciales en el frijol
soja, hoy día tendríamos grandes dificultades para encontrar artículos que
afirmen que la soja es cualquier cosa menos un alimento milagroso. Al hacerse
la soja más y más popular a través de la industria y la propaganda, nos
sentimos impulsados nuevamente a alzar nuestras preocupadas voces.
La
Industria de la Soja en los Estados Unidos
En 1924, la producción de
frijol soja en los Estados Unidos era sólo de 1.8 millones de acres cosechados,
pero, para 1954, el número de acres cosechados había aumentado a 18.9 millones.
En la actualidad, en los Estados Unidos la producción de frijol soja es la
tercera mayor (en 1998 se cosecharon 72 millones de acres), proporcionando más
de 50 por ciento de la demanda mundial de frijol soja.
La mayor parte de esta
producción se utiliza como alimento para animales y para la fabricación de
aceite de soja que ha de ser usado como aceite vegetal, margarina, y manteca.
De los usos tradicionales de la soja como alimento, sólo la salsa de soja goza
de amplio consumo en la dieta de los norteamericanos. El tofú, que representa
el 90 por ciento del uso del frijol soja en Asia, se ha vuelto más popular en
los Estados Unidos, pero la soja todavía no está ni cerca de ser un componente
medible de la dieta del norteamericano promedio. ¿O sí?
Durante más de 20 años,
la industria de la soja se ha concentrado en encontrar usos alternos y nuevos
mercados para el frijol soja y los subproductos de soja. En el supermercado
local, ahora la soja puede encontrarse disfrazada de cualquier cosa, desde
queso, leche, hamburguesas y "hot dogs", hasta conos, yogurt, aceite
vegetal, fórmula para lactantes, y harina (para mencionar sólo algunos
productos). Éstos son a menudo comercializados como bajos en grasa y libres de
productos animales, o como sustitutos de la carne, de alto contenido
proteínico, para vegetarianos. Pero la soja no siempre se menciona en la tapa
de la caja. En la actualidad, un alarmante 60% de los alimentos en las
estanterías de los supermercados en los Estados Unidos contienen derivados de
soja (es decir, harina de soja, proteína vegetal texturizada, aceite de frijol
soja hidrogenado, aislado de proteína de soja). Cuando uno examina la lista de
los ingredientes, y mira realmente el contenido de la "Dieta Promedio Norteamericana",
desde bocadillos y comida rápida hasta comidas congeladas pre-empacadas, la
soja juega un papel principal.
¿Dónde
se Equivoca el Frijol Soja?
Aquí en el Instituto
Gerson, pensamos que los aspectos positivos del frijol soja son eclipsados por
su potencial para hacer daño. En realidad, el frijol soja contiene gran número
de sustancias peligrosas. Uno entre ellos es el ácido fítico, llamado también
fitatos. Este ácido orgánico está presente en el salvado o la cáscara de todas
las semillas y legumbres, pero ninguno tiene el alto contenido de fitatos que
tiene el frijol soja. Estos ácidos bloquean la absorción de minerales
esenciales, como el calcio, el magnesio, el hierro, y especialmente el zinc.
Además del problema del alto contenido de fitatos, el frijol soja es muy
resistente a las técnicas de reducción, como el cocimiento prolongado a fuego
lento.
El frijol soja también
contiene potentes inhibidores enzimáticos. Estos inhibidores bloquean la
absorción de la tripsina y otras enzimas que el cuerpo necesita para la
digestión de las proteínas. El cocimiento normal no desactiva estos
"antinutrientes" perjudiciales, que pueden causar serios malestares
gástricos y una reducida digestión de las proteínas, y puede conducir a
deficiencias crónicas en la absorción de los aminoácidos.
Aparte de éstos, el
frijol soja también contiene hemaglutinina, una sustancia que favorece los
coágulos y hace que los hematíes se arracimen. Estos hematíes arracimados no
pueden absorber correctamente el oxígeno para su distribución a los tejidos del
cuerpo, ni mantener el corazón en buena salud. Tanto la hemaglutinina como los
inhibidores de la tripsina son substancias "depresoras del
crecimiento". Aunque la acción de fermentar los frijoles soja sí desactiva
tanto los inhibidores de la tripsina como la hemaglutinina, la precipitación y
el cocimiento no lo hacen. Aunque el nivel de estos inhibidores enzimáticos se
reduce dentro de los productos de soja precipitados como el tofú, no son
eliminados por completo.
Sólo después de un largo
período de fermentación (como en la formación de miso o tempeh) se reducen los
niveles de fitatos y "antinutrientes", haciendo que su valor
nutritivo quede disponible para el sistema digestivo humano. Los altos niveles
de substancias perjudiciales que quedan en los productos de soja precipitados
dejan su valor nutritivo a un nivel cuestionable en el mejor de los casos, y
por lo menos, en un nivel potencialmente perjudicial.
¿Y los Estudios?
En años recientes, se han
llevado a cabo varios estudios relacionados con el efecto del frijol soja en la
salud humana. Los resultados de estos estudios, mayormente patrocinados por
varios grupos de la industria de la soja, por supuesto que estaban
abrumadoramente a favor de la soja. Las principales afirmaciones acerca de los
beneficios saludables de la soja se basan puramente en la ciencia errónea.
Aunque los principales argumentos en favor de que los pacientes de cáncer usen
soja se enfocan en estadísticas que muestran bajas tasas de cáncer de mama, colon,
y próstata entre los asiáticos, algunos hechos obvios han sido ignorados por
completo. Aunque los estudios se ufanan de que las mujeres asiáticas tienen
menos casos de cáncer del seno que las mujeres norteamericanas, la propaganda
deja de señalar que estas mujeres asiáticas ingieren una dieta que es
dramáticamente diferente de la de sus contrapartes norteamericanas.
La dieta normal asiática
consiste de productos más naturales, carne mucho menos grasa, mayor cantidad de
vegetales, y más pescado. Sus dietas son también más bajas en substancias
químicas y toxinas, pues comen muchos menos alimentos procesados (enlatados,
envasados en tarros, en salmuera, congelados). Es probable que estos estudios
hayan sido influidos por el hecho de que la tasa de cáncer aumenta entre los
asiáticos que se mudan a los Estados Unidos y adoptan dietas americanizadas.
Por supuesto, este cambio de dieta va de la mano con un cambio dramático en el
estilo de vida. Pasando por alto los notables cambios en la dieta y el estilo
de vida, suponer sólo que los reducidos niveles de soja de estas dietas
asiáticas americanizadas son un factor principal en las más altas tasas de
cáncer revela un juicio deficiente y, como se dijo más arriba, una ciencia
errónea. Los cambios en la dieta y el estilo de vida deben ser tomados en
cuenta para llegar a la conclusión correcta.
Un artículo que se ha
difundido ampliamente, escrito por Jane E. Aller, autora de artículos
científicos para AP, y titulado: "Los Científicos Sugieren Más Soja en la
Dieta", cita a numerosos oradores que, durante un simposio, discutieron
las probables ventajas de la soja bajo el título "Impacto de la Proteína
de Soja en la Salud". Sin embargo, el artículo afirma que el simposio, que
costó $50,000, "¡fue patrocinado por Protein Technologies International,
de St. Louis, una subsidiaria de DuPont que fabrica proteína de soja!"
Durante el mismo simposio, Thomas Clarkson, profesor de medicina comparativa de
la Universidad de Wake Forest, dice: "La actual terapia de reemplazo de
hormonas ha sido un fracaso triste desde el punto de vista de la salud
pública", no porque se sabe que Premarina causa cáncer en el útero u otros
órganos femeninos, sino "porque sólo el 20 por ciento de las mujeres que
podrían beneficiarse de ella están recibiéndola".
Otros argumentos
populares en apoyo de la soja afirman que los productos fermentados, como el
tempeh o el natto, contienen altos niveles de vitamina B-12. Sin embargo, estos
argumentos de apoyo dejan de mencionar que la B-12 de la soja es un análogo
B-12 inactivo, que no se utiliza como vitamina en el cuerpo humano. Algunos
investigadores especulan que este análogo puede servir en realidad para impedir
que el cuerpo absorba la B-12. También se ha descubierto que las reacciones
alérgicas al frijol soja son mucho más comunes que a todas las otras legumbres.
Hasta la Academia Americana de Pediatría admite que la exposición a la soja a
temprana edad por medio de fórmulas infantiles comerciales puede ser una de las
causas principales de la alergia a la soja entre niños de mayor edad y adultos.
En
su libro clásico, "Una Terapia Contra el Cáncer - Resultados de 50
Casos" (p. 237), la Dra. Gerson puso "Soja y Productos de Soja"
en la lista de alimentos "prohibidos" para los pacientes de la
terapia Gerson. En ese tiempo, sus mayores preocupaciones eran dos items: el
alto contenido de aceite de la soja y los productos de soja, y la tasa más bien
alta de las reacciones alérgicas a la soja. El frijol soja puede añadir hasta 9
gramos de grasa por porción, añadiendo típicamente un promedio de 5 gramos de
grasa por porción cuando es parte de la dieta de un norteamericano promedio.
El Proceso de Extracción
Los procesos que hacen
"comestible" al frijol de soja son también los procesos que lo
vuelven "no comestible". Al fermentar el frijol soja, el proceso
implica que los frijoles se hacen puré y se saturan de una solución alcalina.
La mezcla hecha puré se calienta luego aproximadamente a 115ºC (239ºF) en una
olla a presión. Este proceso de calentamiento y saturación destruye la mayoría
de los antinutrientes, pero no todos. Al mismo tiempo, tiene el grave
inconveniente de desnaturalizar las proteínas de los frijoles, de manera que se
hace muy difícil digerirlos, y su efectividad se reduce grandemente.
Desafortunadamente, la
solución alcalina también produce un carcinógeno, la lisinealina, mientras
reduce el contenido de cistina en el frijol soja, ya bajo de por sí. La cistina
juega un papel esencial en la destoxificación del hígado, permitiendo que
nuestros cuerpos filtren y eliminen las toxinas. Sin las cantidades adecuadas
de cistina, las proteínas complejas del frijol soja se vuelven inútiles, a
menos que la dieta sea fortificada con carne rica en cistina, huevos, o
productos animales - lo cual no es una opción para los pacientes de Gerson.
En abono del frijol soja,
hay que decir que éste sí contiene grandes cantidades de ácidos grasos omega-3
beneficiosos, pero éstos son particularmente susceptibles de volverse rancios
cuando son sometidos a altas presiones y temperaturas. Desafortunadamente, se
necesitan alta presión y alta temperatura para extraer el aceite del frijol
soja.
Antes de que los frijoles
soja sean enviados a su mesa, pasan por un riguroso proceso para despojarlos de
su aceite. Primero, se aplican hexano y otros solventes para ayudar a separar
el aceite de los frijoles, dejando vestigios de estas toxinas en el producto
comercial. Por definición, hexano es "cualquiera de cinco hidrocarbonos
incoloros, volátiles, líquidos (C6H14) de la serie de las parafinas", y no
puede ser beneficioso en lo más mínimo para la dieta de nadie. Después de que
se extrae el aceite, las hojuelas desgrasadas se usan para formar los tres
productos proteínicos básicos. Con excepción de la harina de soja que conserva
todas las grasas, todos los productos de soja contienen vestigios de solventes
carcinógenos.
Experiencias Personales
La siguiente carta se
recibió en noviembre de 1998:
"He usado leche de
soja durante 12 años sin ningún problema. Hace como 9 meses, comencé a tener
palpitaciones del corazón. Pensé que había llegado a la menopausia, pero no era
así. Añadí a mi dieta más potasio, así como magnesio y vitamina E. Pero no hubo
ningún cambio. Ya estaba tomando café descafeinado, pero ahora también eliminé
todo el azúcar de mi dieta. Perdí 25 libras y me sentía magníficamente bien,
excepto por las palpitaciones. Probé con espino y ajo, pero nada me ayudaba.
Hace poco, caí en cama con bronquitis aguda y sólo podía beber agua porque
hasta la leche de soja me provocaba horrendos ataques de tos. Me di cuenta de
que, después de algunos días, las palpitaciones del corazón habían cesado. No
le di mayor importancia porque nunca se me ocurrió que la soja fuera el
culpable. Tan pronto comencé a tomarla nuevamente, el corazón se me volvió
loco. La suspendí durante una semana, y luego cambié de marca. A los 30 minutos
de beber sólo 4 onzas [de leche de soja], mi corazón estaba desbocado. He
notado que se necesitan de 24 a 36 horas para que mi corazón se estabilice. Me
pregunté si vuestra investigación había producido algo como esto en relación
con la soja. Sé que no está dentro de la definición de alergia, pero algo
definidamente está sucediendo. Llamé al fabricante de la leche de soja, pero no
me ayudaron para nada. Me siento muy molesto porque sólo bebo leche de soja y
agua. También uso la leche de soja para hacer batidos de proteína (con qué otra
cosa sino con proteína de soja)".
En el número de
Noviembre/Diciembre de 1996 de nuestro Boletín Gerson Sobre Curación,
describimos otro caso: una señora embarazada que parecía muy enferma y sufría
de gran retraso mental. Ella también describió a su hijo de cinco años de edad,
que sufría de muchas alergias e infecciones - ambos estaban usando una
considerable canttidad de soja en su dieta. Les recomendé que dejaran de usar
todos los productos de soja. En ese momento, sólo yo me acababa de encontrar
con esa situación. Sin embargo, un año más tarde, llegué a la misma área para
dictar una conferencia, y la señora me invitó a comer. Había eliminado de su
dieta todos los productos de soja: su piel era ahora rosada, sus mejillas
estaban rellenas, sus ojos, que antes estaban hundidos, ahora eran normales,
las ojeras habían desaparecido, y la salud de su pequeño hijo, que ahora tenía
seis años, había mejorado mucho.
Sólo la semana pasada,
nos llamó la atención otra historia interesante. Una paciente del Hospital
Gerson Certificado de la ciudad de México nos habló de su hijo, ahora de 25
años, que sufría de una total ausencia de cabello (alopecia), con excepción de
las cejas y las pestañas. Ella añadió que esto comenzó cuando sólo tenía tres
años. Puesto que la madre me preguntó acerca de esta situación, pensé en el
problema por un momento. Luego, mirando a ambos padres, que tienen cabello normal,
pensé que el problema del muchacho probablemente no era genético. Así que le
pregunté a la madre si usaba mucha soja. Ella dijo que no. Pero luego, después
de pensar en la pregunta por un momento, dijo que, cuando el muchacho tenía
como un año, tenía muchas alergias, ¡así que ella lo alimentaba regularmente
con leche de soja! Le expliqué la capacidad de la soja para bloquear las
enzimas y los nutrientes, y la probabilidad de que la leche de soja fuese la
causa de que la alopecia hubiese comenzado a los tres años. Como acabábamos de
presenciar el caso de un paciente cuyo cabello había vuelto a crecer sobre su
cráneo desnudo después de ser calvo como por 20 años, cautamente le sugerí que
un completo cambio de dieta, acompañado por una intensa desintoxicación, podría
corregir el problema.
Comentario del Dr. Mercola:
Este es un excelente
resumen de algunas de las principales razones de por qué la soja no es el
alimento saludable que usted cree que es. Hay literalmente miles de millones de
dólares de influencia en la industria de aceite comestible, que están
promocionando el uso de la soja en círculos de medicina natural para que de
este modo su uso pueda ser promocionado entre el público médico en general.
Hasta pueden engañar a doctores en medicina natural que son conocedores. Yo soy
un columnista mensual en la publicación Townsend Letters, y otro columnista, el
Dr. Hudson, que fue declarado por votación médico naturópata del año, publicó
un artículo este mes alabando los valores de la soja. No hay que decir que
rápidamente escribí una carta a Townsend solicitándoles que publicaran el otro
lado de la historia de la soja. Mientras tanto, usted puede evitarse y evitarle
a su familia algunos problemas potenciales limitando todo uso de la soja a
productos fermentados solamente, como el tempeh o el miso.
Comentario: Este artículo
es el primero de una serie de cinco artículos dedicados a desenmascarar las
mentiras detrás de los supuestos beneficios de consumir soja.
Siguiente: Soja: ¡No Crea en la Propaganda!
SOJA: ¡NO CREA EN LA PROPAGANDA!
Susan DeSimone y Brandon Finucan
soyonlineservice.co.nz
mar, 06 sep 2011 06:59 EDT
Traducido por Román Quirós M.
Comentario: Aunque en lo
que respecta a la soja SOTT coincide con el artículo, nos vemos obligados a
apartarnos respecto a las afirmaciones hechas al final del mismo. No
compartimos en absoluto la idea general de que las dietas vegetarianas son más
saludables. Por el contrario hemos expuesto en innumerables artículos e
investigaciones lo que parece ser claramente un hecho: el ser humano es
esencialmente carnívoro y su dieta debe basarse en alimentos de origen animal.
Para más información
sugerimos la lectura de los siguientes artículos:
- Los alimentos
prohibidos que nunca debe dejar de comer
- Un error grande y gordo
- La hipótesis de los
lípidos: El mito desmitificado
Archer Daniels Midland
Company (ADM) es uno de los principales fabricantes de productos de soja. Está
tratando de conseguir que la Food and Drug Administration (FDA) reconozca la
categoría de generalmente reconocidas como seguras (GRAS, por sus siglas en
inglés) para las isoflavonas, los compuestos semejantes al estrógeno que se
encuentran en los productos de soja. La compañía presentó un documento titulado
"Documento informativo que examina la seguridad de las isoflavonas de soja
usadas en aplicaciones dietéticas específicas".
El Dr. Mike Fitzpatrick,
un bioquímico y ex-profesor de la Universidad de Auckland, analizó
cuidadosamente este material y presentó sus conclusiones en un artículo
titulado "Las Isoflavonas de Soja: Panacea o Veneno", que se publicó
en el Journal of the Price-Pottinger Nutrition Foundation (vol. 22, no. 3). El
Dr. Fitzpatrick llegó a la conclusión de que el documento de apoyo de ADM
contiene "errores de hecho, falsea a los autores citados, y no presenta la
totalidad de la evidencia científica".
ADM afirma que
"estas isoflavonas han sido consumidas por millones de seres humanos por
más de dos mil años". En realidad, aunque han sido usadas en Asia por
cientos de años, "no formaban parte importante de la dieta [de los
asiáticos]". Además, observa Fitzpatrick, "el frijol soja tradicional
era bastante diferente del que conocemos hoy día". El frijol soja
silvestre, el soja glicina, "es la especie que se consumía
tradicionalmente, y es el antepasado del moderno cultivo, glicina max",
explica Fitzpatrick. La especie moderna ha sido cultivada para que produzca
mucha más proteína que el frijol soja tradicional.
Las isoflavonas sirven
como "mecanismo defensivo como respuesta a las plagas. Una meta
consistente de los cultivadores de frijol soja ha sido una mayor resistencia a
las enfermedades, y es bastante concebible que esta meta haya servido para
aumentar los niveles de isoflavonas y otras toxinas que ocurren de modo natural
en el glicina max". Los niveles de isoflavonas en el glicina max varían
considerablemente. "Si esto es así, entonces no es inverosímil que el
frijol soja asiático tradicional, el glicina, contenga niveles bastante bajos
de isoflavonas o quizás ninguno en absoluto", dice Fitzpatrick. Por lo
tanto, el aserto de ADM de que el frijol soja ha sido consumido durante más de
dos mil años no se puede justificar.
La
Soja y las Fórmulas Infantiles
Lo que es particularmente
preocupante es la presencia de la soja en las fórmulas infantiles. Es
interesante observar que muchos niños no toleran las fórmulas de soja, que
parecen ser "alérgicos" a la soja.
Quizás el cuerpo rechaza
instintivamente los inhibidores enzimáticos que se encuentran en la soja. En
una carta dirigida a Linda Kahl en la división de Políticas de Productos de la
FDA, y fechada el 22 de abril de 1998, Daniel Sheehan, Ph.D. y director del
Programa de Estrógeno Base del Centro Nacional para la Investigación
Toxicológica, escribió: "Hay abundante evidencia de que algunas
isoflavonas, incluyendo la genisteína, son tóxicas. Además, las isoflavonas son
inhibidoras de la peroxidasa tiroidea, que fabrica las [hormonas] T3 y T4.
Puede esperarse que la inhibición genere anormalidades tiroideas, incluyendo el
bocio y la tiroiditis autoinmune. En realidad, los niños que consumen fórmulas
de soja ricas en isoflavonas tienen más o menos el doble de riesgo de contraer
estas enfermedades... Aunque puede que las isoflavonas tengan efectos benéficos
a algunas edades o en ciertas circunstancias, no puede suponerse que esto sea
cierto a todas las edades. Las isoflavonas son como otros estrógenos en que son
espadas de dos filos, pues confieren tanto beneficios como riesgos".
El Dr. Sheehan cree que:
"La adición de isoflavonas a los alimentos debe ser considerada del mismo
modo que la adición de estrógeno a los alimentos, lo cual es una mala
idea". El Dr. Sheehan está muy preocupado por el alto contenido de
estrógeno en las fórmulas basadas en soja. Piensa que los niños alimentados con
estas fórmulas han sido puestos en riesgo en un "experimento con niños,
que es a gran escala, incontrolado, y básicamente no monitoreado". El Dr.
Fitzpatrick trae a colación otro punto en disputa: él cree que la soja puede
combinarse con otros xenoestrógenos (como los plaguicidas). Fitzpatrick escribe
que "a causa del potencial para causar efectos sinérgicos, la exposición
de seres humanos a todos los disruptores endocrinos, como la soja, se requiere
con urgencia que las isoflavonas sean reducidas".
La Soja y la Dieta
Occidental
En un artículo anterior
(N del E: ver "La soja: demasiado bueno para ser cierto"),
mencionamos que se han hecho suposiciones conectando la ingesta de soja con la
baja incidencia de ciertos cánceres en Asia. "Sin embargo, un estudio
epidemiológico en China ha demostrado que una alta ingesta de soja no protege contra
el cáncer del seno".[1]
Convenientemente, los
proponentes de la soja han pasado por alto un estudio que demuestra que los
altos niveles de genisteína "pueden estimular las células del seno para
que entren en el ciclo celular".[2] Estos descubrimientos son
"consistentes con un informe anterior de Petrakis et al, que expresa la
preocupación de que las mujeres alimentadas con aislado de proteína de soja
tengan una mayor incidencia de hiperplasia epitelial". [3]
Recientemente, el
gobierno de Gran Bretaña publicó su descubrimiento de los efectos de la soja en
la dieta, llegando a la conclusión de que "casi no había evidencia que
ligara los beneficios para la salud de los alimentos que contuvieran
isoflavonas con las isoflavonas mismas". [4]
Otro estudio llegó a la
conclusión de que "cualesquiera beneficios de los productos de soja no se
deben específicamente a las isoflavonas ... [y] la combinación de una alta
ingesta de fitoestrógenos con una dieta occidental posiblemente no sea
benéficiosa". [5]
Además de los naturales
problemas con el frijol soja, nos enfrentamos a un nuevo fenómeno occidental:
la soja genéticamente alterada. Entre otros alimentos genéticamente alterados,
o transgénicos, como el maíz, las manzanas, los tomates, las calabazas, las fresas,
la lechuga, las papas, el trigo, y hasta las nueces (para mencionar sólo unos
pocos), la soja es uno de los más controvertidos. Monsanto, el multimillonario
líder biotecnológico que nos trajo rBGH (la hormona del crecimiento bovino), ha
estado luchando por varios años para poner en la mesa de usted alimentos
genéticamente alterados. Hasta ahora, va ganando. La verdad es que, a menos que
usted haya estado comiendo sólo alimentos orgánicos, es probable que haya
estado probando la obra de Monsanto.
Monsanto ha obtenido
millones en ganancias de las ventas de su popular herbicida, RoundupÆ, y a su
vez ha producido varios cultivos transgénicos que lo resisten. Por supuesto, la
soja se encuentra entre esos cultivos resistentes al Roundup-ReadyÆ. Siendo resistentes
a este potente herbicida, los agricultores pueden rociar más de él sobre sus
cultivos, lo cual resulta en niveles más altos de toxinas en el producto
cosechado. Recientes estudios han mostrado que los cultivos de frijol soja
tienen un elevado nivel de estrógeno (mucho más alto que los niveles ya
elevados del frijol soja). Como mencionamos antes, el efecto sinérgico de estos
estrógenos - especialmente en niños que ingierenn fórmulas con base de soja -
es desconocido, pero hizo enarcar algunas cejas en un estudio reciente
publicado en la revista Pediatrics.
Los investigadores
descubrieron que uno por ciento de todas las muchachas ahora muestran señales
de pubertad, tales como el desarrollo de los senos o vello púbico, antes de los
tres años; para la edad de ocho años, el 14.7 de las muchachas caucásicas y un
enorme 48.3 por ciento de las muchachas afroamericanas tenían una de estas
características o ambas", dice Sally Fallon en el artículo sobre la soja
publicado por Price-Pottinger.
Se ha demostrado que estos niveles más elevados de estrógeno aumentan
la cantidad de grasa producida en la leche de vacas alimentadas con los
frijoles alterados y rociados. Junto con el uso de rBGH, los elevados niveles
de estrógeno arrojan dudas sobre si la leche de vacas puede en realidad
llamarse leche.
La Unión Europea ha luchado desesperadamente para evitar que los
cultivos genéticamente alterados entren en la cadena alimenticia europea, pero
este junio, tanto Francia como Irlanda estarán plantando los primeros cultivos
alteradosen suelo europeo. En los Estados Unidos, hay muy pocas leyes (si es
que las hay) sobre la industria biotecnológica.
La Soja y la Ingesta de
Proteína
El frijol soja no es la
base para medir si su dieta vegetariana proporciona o no la proteína y los
nutrientes que su cuerpo necesita. En realidad, una dieta completamente
desprovista de soja o productos cárnicos, pero variada en vegetales y frutas,
proporciona a su cuerpo todos la proteína y los nutrientes que necesita. El
factor importante para establecer si su dieta vegetariana libre de soja es lo
bastante buena para usted o no, no es una cuidadosa combinación alimenticia.
Son las calorías. Mientras usted coma suficientes hojas verdes, frutas, y
vegetales, su cuerpo recibirá todo lo que necesita. Esta es la razón por la
cual la Terapia Gerson, con su bien balanceada dieta basada en plantas (libre
de soja), y rica en vitaminas y enzimas, puede efectivamente curar hasta los
más difíciles malestares.
Referencias
Gerson Institute Newsletter Volume 14 #4
1. Yuan JM et al. Diet and breast cancer in Shanghai and
Yianjin. Br J Cancer 71:1353-1358 (1995).
2. Dees C et al. Dietary estrogens stimulate breast cells to
enter the cell cycle. Eviron Health Perspect 105 (Suppl 3): 633-636 (1997).
3. Petrakis NL et al. Stimulatory influence of soy protein
isolate on breast secretion in pre- and post-menopausal women. Cancer Epid Bio
Prev 5: 785-794 (1996).
4. Assessment on phytoestrogens in the human diet. Institute
for Environmental Health, Ministry of Agriculture, Fisheries and Food (1997).
5. Adlecruetz H and Mazur W. Phytoestrogens and western
diseases. Annals of Medicine 29:
95-120 (1997).
Comentario: Este artículo
es el segundo de una serie de cinco artículos dedicados a desenmascarar las
mentiras detrás de los supuestos beneficios de consumir soja.
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demasiado bueno para ser cierto
Siguiente: Soja: El lado
oscuro de "La Cenicienta"
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Comentarios del Lector
Me ha sorprendido esta afirmación
Por: valentinux
"el ser humano es esencialmente carnívoro y su dieta debe basarse
en alimentos de origen animal"
Siempre he pensado todo lo contrario, que nos obligan a comer carne con
algún oscuro propósito. Leí una idea venida de supuestas "dimensiones
superiores" que me impactó bastante, "Tenéis que dejar de comer
cadáveres". Estamos comiendo animales que tienen cerebro, sistema
nervioso, y que sienten, he visto un cerdo durante su sacrificio, y es muy
penoso, no puede ser cierta esta afirmación.
Wed, 07 Sep 2011 15:13 EDT
Bienvenido y un comentario...
Por: msante
valentinux, en primer lugar bienvenido a SOTT!
Respecto a tu comentario es entendible que con toda la confusión,
dichos y entredichos, mala ciencia, intereses políticos/económicos, etc, no
esté claro qué cosas son saludables y qué cosas no.
En SOTT le damos muchísima importancia a la alimentación, y llevamos
muchos años investigando al respecto. Somos conciente de que circula mucha
información falsa y sin fundamento; entre ella se encuentran muchas
afirmaciones estilo New Age como la que insinuas en tu comentario.
Durante muchos años se ha hecho marketing mundial de la idea de que el
vegetarianismo "es el camino" y ha sido asociado a la elevación
espiritual. Afirmaciones como esta se basan comunmente en argumentos como los
que vos señalás:
[...] idea venida de supuestas "dimensiones superiores" que
me impactó bastante,"Tenéis que dejar de comer cadáveres". Estamos
comiendo animales que tienen cerebro, sistema nervioso, y que sienten, he visto
un cerdo durante su sacrificio, y es muy penoso, [...]
En SOTT no descartamos ninguna fuente, de hecho, hemos obtenidos muy
buenas pistas de, llamémoslas también, "fuentes superiores". Pero la
idea fundamental a la hora de aprender o adquirir conocimiento es que se debe
ser riguroso, apoyarse en los hechos, buscar la objetividad, y practicar
"buena" ciencia, es decir ciencia interesada en la verdad.
Creer o afirmar algo porque alguien más lo dijo no es suficiente para
nosotros.
En este contexto hemos investigado y aprendido (hay clarísimas
evidencias) que el cuadro genético del ser humano fue gestándose despacio a
través de hábitos alimentarios y factores ambientales, y poco ha cambiado en
los últimos, digamos 100.000 años. Estas adaptaciones dieron como resultado un
cuerpo adaptado para nutrirse saludablemente de todo lo que el hombre podía
cazar y recolectar. La revolución agrícola del neolítico introdujo los cereales
en la dieta humana, y esta es la base de la alimentación del hombre moderno.
Hay evidencias muy concretas que señalan que una dieta basada en carbohidratos
no es saludable. Hemos publicado mucha información a este respecto en SOTT. Te
invito a que la recorras y compartas con nosotros tu opinión al respecto. Para
comenzar te sugiero la lectura de:
- ¿Qué es la Dieta Paleolítica? [Enlace]
- Volver a la dieta paleolítica... [Enlace]
- La dieta paleolítica: fundamentos [Enlace]
- Más personas podrían beneficiarse de los alimentos sin gluten
[Enlace]
- Los alimentos prohibidos que nunca debe dejar de comer [Enlace]
Estos son solo algunos.
Hay mucho más...
Wed, 07 Sep 2011 17:32 EDT
==========================*
SOJA: EL LADO OSCURO DE "LA
CENICIENTA"
Sally Fallon y Mary G. Enig
soyonlineservice.co.nz
mar, 06 sep 2011 15:29 EDT
Traducido por Román Quirós M.
La propaganda que ha
creado el milagro de las ventas de soja es tanto más notable cuanto que, hace
sólo algunas décadas, el frijol soja era considerado no apto como alimento, ni
siquiera en Asia. Durante la dinastía Chou (1134-246 AC), al frijol soja era
designado uno de los cinco granos sagrados, junto con la cebada, el trigo, el
mijo, y el arroz.
Sin embargo, la
pictografía del frijol soja, que data de épocas anteriores, indica que al
principio no se usaba como alimento; porque, mientras las pictografías de los
otros cuatro granos muestran la semilla y la estructura del tallo de la planta,
la pictografía del frijol soja enfatiza la estructura de la raíz. La literatura
sobre agricultura de la época habla frecuentemente del frijol soja y su uso en
la rotación de las cosechas. Aparentemente, la planta de soja se usaba al
principio como método para fijar el nitrógeno. [13]
El frijol soja no sirvió
como alimento sino hasta el descubrimiento de las técnicas de fermentación, en
algún momento durante la dinastía Chou. Los primeros alimentos de soja eran
productos fermentados, como el tempeh [alimento asiático que se prepara
fermentando frijoles soja con rizópodos], natto, miso, y salsa de soja.
En fecha posterior,
posiblemente en el siglo II a. C., los científicos chinos descubrieron que un
puré de frijoles soja cocidos podía ser precipitado con sulfato de calcio o
sulfato de magnesio (yeso o sales de Epsom) para hacer una cuajada suave y
pálida - tofú o cuajada de frijol. El uso de productos de soja fermentados y
precipitados pronto se extendió a otras partes del Oriente, notablemente Japón
e Indonesia.
Los chinos no comían
frijol soja fermentado como las otras legumbres, como lentejas, porque el
frijol soja contiene grandes cantidades de toxinas naturales, o
"antinutrientes". Primero entre ellos están los potentes inhibidores
de enzimas que bloquean la acción de la tripsina y otras enzimas que se
necesitan para digerir las proteínas.
Estos inhibidores son
proteínas grandes, dobladas apretadamente, que no son desactivadas por completo
durante el cocimiento normal. Pueden producir serias molestias gástricas, una
reducida digestión de las proteínas, y deficiencias crónicas en la absorción de
los aminoácidos. En animales de laboratorio, las dietas altas en inhibidores de
la tripsina causan agrandamiento y condiciones patológicas del páncreas,
incluyendo cáncer. [14]
El frijol soja también
contiene hemaglutinina, una sustancia que promueve la formación de coágulos y
hace que las células rojas de la sangre formen grumos.
Los inhibidores de la
tripsina y la hemaglutinina son inhibidores del crecimiento. Las ratas en
destete alimentadas con soja que contiene estos antinutrientes dejan de crecer
normalmente. Los compuestos que debilitan el crecimiento son desactivados
durante el proceso de fermentación, así que, una vez que los chinos
descubrieron cómo fermentar el frijol soja, comenzaron a incorporar en su dieta
alimentos a base de soja.
En productos
precipitados, los inhibidores de enzimas se concentran en el líquido que remoja
más bien que en la cuajada. Por eso, en el tofú y la cuajada de frijol, los
debilitadores del crecimiento se reducen en cantidad, pero no son eliminados
por completo.
La soja también contiene
bociógenos - sustancias que debilitan la función de la tiroides.
Además, el 99 por ciento
de un gran porcentaje de soja es modificada genéticamente, y tiene uno de los
más altos por cientos de contaminación por pesticidas en cualquiera de nuestros
alimentos.
El frijol soja tiene un
alto contenido de ácido fítico, que está presente en el salvado o la cáscara de
todas las semillas. Es una sustancia que puede bloquear la asimilación de
minerales esenciales - calcio, magnesio, cobre, hierro, y especialmente zinc -
en el tracto intestinal.
Aunque no es un nombre
común, el ácido fítico ha sido estudiado extensamente; en la literatura
científica contemporánea hay literalmente cientos de artículos sobre los
efectos del ácido fítico. En general, los científicos concuerdan en que las
dietas basadas en granos y legumbres altas en contenido de fitatos contribuyen
a deficiencias minerales muy difundidas en países del tercer mundo. [15]
Los análisis muestran que
el calcio, el magnesio, el hierro, y el zinc están presentes en las plantas que
se comen como alimento en estas áreas, pero el alto contenido de fitatos en las
dietas a base de soja y granos evita que estos minerales sean absorbidos.
El frijol soja tiene uno de los niveles
más altos de fitatos de cualquier grano o legumbre que se haya estudiado [16],
y los fitatos de la soja son muy resistentes a las técnicas normales para
reducirlos, como el cocimiento lento y prolongado. [17] Sólo un largo período
de fermentación reducirá significativamente el contenido de fitatos del frijol
soja.
Cuando productos precipitados de soja,
como el tofú, son consumidos con carne, se reducen los efectos del
bloqueamiento mineral de los fitatos. [18] Los japoneses comen tradicionalmente
una pequeña cantidad de tofú o miso como parte de un caldo de pescado rico en
minerales, seguido por un plato de carne o pescado.
Los vegetarianos que consumen tofú y
cuajada de frijol como sustituto de la carne y productos lácteos corren el
riesgo de sufrir severas deficiencias minerales. Los resultados de la
deficiencia de calcio, magnesio, y hierro son bien conocidos; los de la deficiencia
de zinc no tanto.
Al zinc se le llama el mineral de la
inteligencia porque se necesita para el óptimo desarrollo y funcionamiento del
cerebro y el sistema nervioso. Juega un papel importante en la síntesis de la
proteína y la formación de colágeno; participa en el mecanismo de control del
azúcar en la sangre, protegiendo así contra la diabetes; es necesario para un
sistema reproductivo saludable.
El zinc es un componente clave de
numerosas enzimas vitales, y juega un papel en el sistema inmunológico. Los
fitatos que se encuentran en los productos de soja interfieren con la absorción
de zinc más completamente que con la de otros minerales. [19] La deficiencia de
zinc puede causar una sensación de estar en el "espacio", que algunos
vegetarianos confunden con una "alta" iluminación espiritual.
El beber leche se menciona como la
razón de por qué los japoneses de segunda generación en los Estados Unidos
crecen más que sus antepasados nativos. Algunos investigadores proponen que el
menor contenido de fitatos en la dieta estadounidense - cualesquiera que sean
sus otras deficiencias - es la verdadera explicación, pues señalan que los
niños tanto asiáticos como occidentales que no reciben suficientes productos de
carne y pescado para contrarrestar los efectos de una dieta alta en fitatos,
con frecuencia sufren de raquitismo, atrofias, y otros problemas de
crecimiento. [20]
El Aislado de Proteína de Soja: No Tan
Amigable
Los procesadores de soja han trabajado
duro para sacar estos antinutrientes de los productos terminados, en particular
el aislado de proteína de soja (SPI) [por sus siglas en inglés], que es el
ingrediente clave en la mayoría de alimentos de soja que imitan productos de
carne y lácteos, incluyendo fórmulas para bebés y algunas marcas de leche de
soja.
El SPI no es algo que usted puede
fabricar en su propia cocina. La producción tiene lugar en fábricas
industriales, donde una mezcla acuosa de frijol soja se mezcla primero con una
solución alcalina para quitar la fibra, luego es precipitada y separada usando
un lavado ácido, y finalmente, es neutralizada en una solución alcalina.
El lavado ácido en tanques de aluminio
lixivia gran cantidad de aluminio al producto final. Las cuajadas resultantes
son secadas por aspersión a alta temperatura para producir un polvo de alto
contenido proteínico. Una humillación final contra el frijol soja original es
el procesamiento por extrusión del aislado de proteína a alta temperatura y
alta presión para producir proteína vegetal texturizada (TVP) [por sus siglas
en inglés].
Gran parte del contenido de inhibidor
de tripsina puede ser eliminado mediante el procesamiento a alta temperatura,
pero no todo. El contenido de inhibidor de tripsina del aislado de proteína de
soja puede variar hasta cinco veces. [21] (En ratas, aún la alimentación con
inhibidor de tripsina de bajo nivel en el SPI resulta en un reducido aumento de
peso en comparación con los controles. [22]).
Pero el procesamiento a alta
temperatura tiene el desafortunado efecto secundario de desnaturalizar las
otras proteínas en la soja hasta el punto de que las dejan virtualmente
ineficaces. [23] Por esta razón, los animales alimentados con soja necesitan
suplementos de lisina para el crecimiento normal.
Los nitritos, que son potentes carcinógenos,
se forman durante el secado por aspersión, y una toxina llamada lisinoalanina
se forma durante el procesamiento alcalino. [24] Numerosos sabores
artificiales, en particular el MSG, se añaden al aislado de proteína de soja y
a los productos de proteína vegetal texturizada, para disfrazar su fuerte sabor
a frijol e impartir el sabor a carne. [25]
En experimentos alimentarios, el uso de
SPI aumentó las demandas de vitaminas E, K, D, y B12, y creó síntomas de
deficiencia de calcio, magnesio, manganeso, molibdeno, cobre, hierro, y zinc.
[26] El ácido fítico que queda en estos productos de soja inhibe grandemente la
absorción de zinc y hierro; los animales de laboratorio alimentados con SPI les
aparecen órganos agrandados, en particular el páncreas y la glándula tiroides,
y ocurre una mayor deposición de ácidos grasos en el hígado. [27]
Sin embargo, el aislado de proteína de
soja y la proteína vegetal texturizada se usan extensamente en programas de
almuerzos escolares, alimentos horneados comerciales, bebidas de dieta, y
alimentos de comida rápida. Estos alimentos son promovidos fuertemente en
países del tercer mundo y forman la base de muchos programas de alimentos
donados.
A pesar de los resultados deficientes
en pruebas de alimentación animal, la industria de la soja ha patrocinado
cierto número de estudios diseñados para mostrar que los productos de proteína
de soja pueden usarse en dietas humanas como reemplazo para alimentos
tradicionales.
Un ejemplo es "La Calidad
Nutricional de los Aislados de Proteína del Frijol Soja: Estudios en Niños de
Edad Pre-Escolar" [Nutritional Quality of Soy Bean Protein Isolates:
Studies in Children of Preschool Age] patrocinado por Ralston Purina Company.
[28] Un grupo de niños centroamericanos que sufrían de desnutrición fue
estabilizado primero y su salud mejorada dándoles alimentos nativos, incluyendo
carne y productos lácteos. Luego, durante dos semanas, estos alimentos
tradicionales fueron reemplazados con una bebida hecha de aislado de proteína
de soja y azúcar.
Todo el nitrógeno ingerido y todo el
nitrógeno excretado fue medido con estilo verdaderamente orwelliano: los niños
eran pesados desnudos cada mañana, y todo el excremento y el vómito era
recogido para ser analizado. Los investigadores descubrieron que los niños
retenían el nitrógeno y que su crecimiento era "adecuado", así que el
experimento fue declarado un éxito.
Que los niños estuviesen o no realmente
saludables con esa dieta o si podrían permanecer así durante un largo período,
es cosa aparte. Los investigadores observaron que los niños vomitaban "a
veces", por lo general después de terminar de comer; que más de la mitad
sufrían de períodos de diarrea moderada; que algunos tenían infecciones de las
vías respiratorias superiores; y que otros sufrían de sarpullido y fiebre.
Debe observarse que los investigadores
no se atrevieron a usar productos de soja para ayudar a los niños a recuperarse
de la desnutrición, y que fueron obligados a suplementar la mezcla de soja y
azúcar con nutrientes en su mayoría ausentes de los productos de soja -
notablemente, vitaminas A, D, y B12, hierro, yodo, y zinc.
Comercializando el Producto Perfecto
"Imagínese que usted pudiese
cultivar el alimento perfecto. Este alimento no sólo proporcionaría nutrición
costeable, sino que debería ser delicioso y fácil de preparar de varias
maneras. Sería un alimento saludable, sin grasas saturadas. En realidad, usted
estaría cultivando casi una fuente de la juventud en su patio trasero."
El autor es Dean Houghton, escribiendo
para The Furrow [28], una revista que John Deere publica en 12 idiomas.
"Este alimento ideal ayudaría a evitar, y quizás revertir, algunas de las
enfermedades más temidas en el mundo. Usted podría cultivar este alimento
milagroso en varios tipos de suelos y climas. Su cultivo reforzaría, no
agotaría, la tierra ... este alimento milagroso ya existe. Se llama soja".
Imagínese. Los agricultores han estado
imaginando - y plantando - más soja. Lo que una vez fue un producto agrícola de
menor importancia, listado en el manual del Departamento de Agricultura de los
Estados Unidos (USDA) para el año 1913, no como alimento, sino como producto
industrial, cubre ahora 72 millones de acres de tierras labrantías
estadounidenses. Gran parte de esta cosecha se usará para alimentar pollos,
pavos, cerdos, vacas, y salmones. Otra gran porción será prensada para producir
aceite para margarina, grasa para repostería, y aderezos para ensaladas.
Derivados
de soja
Los progresos en tecnología hacen
posible producir proteína aislada de soja de lo que una vez se consideró
producto de desecho - lascas de soja sin grasa, de alto contenido proteínico -
y luego transformar algo que se ve y huele horrible en productos que pueden ser
consumidos por seres humanos. Sabores, preservativos, edulcorantes,
emulsificantes, y nutrientes sintéticos han convertido el aislado de proteína
de soja, el patito feo de los procesadores de alimentos, en la Cenicienta de la
Nueva Era.
El nuevo alimento de cuento de hadas ha
sido comercializado tanto por su belleza como por sus virtudes. Desde el
principio, los productos basados en aislados de proteína de soja se vendieron
como extensores y substitutos de la carne - una estrategia que no produjo la
requerida demanda de los consumidores. La industria cambió su técnica.
“La manera más rápida de obtener
aceptabilidad de un producto en la sociedad menos acaudalada”, dijo un vocero
de la industria, “es hacer que el producto sea consumido por su propios méritos
en una sociedad más acaudalada”. [3] Así que la soja se vende ahora a
consumidores más pudientes, no como alimento barato, de pobres, sino como
substancia milagrosa que evita enfermedades del corazón, así como el cáncer,
ahuyenta los acaloramientos, produce huesos fuertes, y nos mantiene jóvenes por
siempre.
La competencia – la carne, la leche, el
queso, la mantequilla, y los huevos – ha sido debidamente demolida por las
correspondientes instituciones gubernamentales. La soja sirve como la carne y
la leche para una nueva generación de virtuosos vegetarianos.
La Comercialización Cuesta Dinero
Esto es especialmente cierto cuando
necesita ser reforzada con la “investigación”, pero hay abundancia de fondos
disponibles. Todos los productores de frijol soja pagan un gravamen obligatorio
de entre un medio a uno por ciento del precio del frijol soja en el mercado. El
total – algo así como $80 millones anuales [4] – sostiene el programa de United
Soybean para “reforzar la posición del frijol soja en el mercado y mantener y
expandir los mercados domésticos y extranjeros para el frijol soja y productos
de soja”.
Los consejos estatales del frijol soja
de Maryland, Nebraska, Delaware, Arkansas, Virginia, North Dakota, y Michigan
proporcionan otros $2.5 millones para “investigación”. [5] Compañías privadas
como Archer Daniels Midland también contribuyen con su parte. ADM gastó $4.7
millones en anuncios en Meet the Press, y $4.3 millones en Face the Nation en
el curso de un año. [6]
Las firmas de relaciones públicas
ayudan a convertir proyectos de investigación en artículos de periódico y
anuncios, y firmas de abogados hacen campaña a favor de leyes gubernamentales
favorables. Dinero del Fondo Monetario Internacional financia plantas de
procesamiento de soja en países extranjeros, y políticas de libre comercio mantienen
la abundancia de frijol soja fluyendo hacia destinos en ultramar.
La campaña a favor de la soja ha sido
implacable y mundial en su alcance. La proteína de soja se encuentra ahora en
la mayoría de las marcas de pan que se venden en supermercados. Se está usando
para transformar “la humilde tortilla, el alimento básico mexicano basado en el
maíz, en una ‘super tortilla’ fortificada con proteína, que reforzaría la
nutrición de los casi 20 millones de mexicanos que viven en extrema pobreza”.
[7] La publicidad a favor de un nuevo pan fabricado por Allied Bakeries, de
Gran Bretaña, está dirigida a las mujeres menopáusicas que buscan alivio de los
accesos de calor. Las ventas alcanzan al cuarto de millón de hogazas por
semana. [8]
La industria de la soja contrató los
servicios de Norman Roberts Associates, una firma de relaciones públicas, para “poner
más productos de soja en los menús escolares”. [9] La USDA respondió con una
propuesta para desechar el límite de 30 por ciento de soja en los almuerzos escolares.
El programa NuMenu permitiría el uso ilimitado de soja en estos almuerzos. Con
la adición de soja a las hamburguesas, los tacos, y la lasagna, los dietistas
pueden rebajar el contenido total de grasa por debajo del 30 por ciento de las
calorías, cumpliendo así los dictados del gobierno. “Con los artículos
alimenticios reforzados con soja, los estudiantes reciben más nutrientes y
menos colesterol y grasa”.
La leche de soja ha declarado las
mayores ganancias, que subieron de $2 millones en 1980 a $300 millones en los
Estados Unidos el año pasado. [10] Los progresos recientes en el procesamiento
de la leche de soja han transformado esta bebida asiática de color gris,
delgada, amarga, que sabe a frijol, en un producto que los consumidores
occidentales aceptan, una bebida que sabe a batido de leche, pero que no lleva
ninguna culpa aparejada.
Los milagros en el procesamiento, buen
empaque, publicidad en masa, y una estrategia de mercadeo que subraya los
posibles beneficios de estos productos para la salud son los responsables del
aumento de las ventas a los grupos de todas las edades. Por ejemplo, los
informes de que la soja ayuda a evitar el cáncer de próstata han hecho la soja
aceptable a hombres de mediana edad. “No es necesario torcer el brazo de un
hombre de entre 55 y 60 años de edad para que pruebe la leche de soja”, dice
Mark Messina. Michael Milken, antiguo financista de bonos descartados, ha
ayudado a la industria a deshacerse de su imagen de “hippie” con esfuerzos bien
publicitados para consumir 40 gramos diarios de proteína de soja.
Norteamérica hoy, mañana el mundo. Las
ventas de leche de soja están aumentando en Canadá, aunque la leche de soja
cuesta allí el doble que la leche de vaca. Están brotando plantas procesadoras
de leche de soja en lugares como Kenya. [11] Hasta China, donde la soja es
realmente un alimento de pobres y cuya población quiere más carne, no tofú, ha
optado por construir fábricas de soja al estilo occidental, antes que
desarrollar pastizales occidentales para criar animales. [12]
La
Afirmación de la FDA Puesta en Tela de Duda
El 25 de octubre de 1999, la US Food
and Drug Administration [Administración de Alimentos y Drogas, FDA por sus
siglas en inglés] decidió admitir una declaración a favor de productos “bajos en
grasa saturada y colesterol” que contienen 6.25 gramos de proteína de soja por
porción. Cereales para el desayuno, alimentos horneados, comidas rápidas,
licuados o batidos, y substitutos de carne pueden venderse ahora con etiquetas
que pregonan sus beneficios para la salud del sistema cardiovascular, con tal
de que estos productos contengan una cucharada colmada de proteína de soja por
cada porción de 100 gramos.
La mejor estrategia de mercadeo para un
producto que es de por sí malo para la salud es, por supuesto, una afirmación
de que es bueno para la salud.
“El camino a la aprobación de la FDA”,
escribe un apólogo de la soja, “fue largo y exigente, y consistió de una
detallada revisión de datos clínicos humanos recogidos de más de 40 estudios
científicos llevados a cabo en los últimos 20 años. Se averiguó que la proteína
de soja es uno de los raros alimentos con suficiente evidencia científica, no
sólo para calificar para una propuesta de declaración de salud por parte de la
FDA, sino también para en definitiva pasar el riguroso proceso de aprobación”.
[29]
El “largo y exigente” camino hacia la
aprobación de la FDA en realidad tomó algunos giros inesperados. La inesperada
solicitud, presentada por Protein Technology International [PTI], hacía una declaración
de salud a favor de las isoflavonas, los compuestos semejantes a estrógeno que
se encuentran en abundancia en el frijol soja, basándose en afirmaciones de que
“sólo la proteína de soja que ha sido procesada de modo que las isoflavonas
sean retenidas resultará en una reducción del colesterol”.
En 1998, la FDA tomó la decisión sin
precedentes de reescribir la solicitud de PTI, eliminando cualquier referencia
a los fitoestrógenos y poniendo en su lugar una declaración a favor de la
proteína de soja, una decisión que contradecía directamente el reglamento de la
agencia. La FDA está autorizada para establecer reglas sólo en relación con
substancias presentadas por medio de una solicitud.
El cambio abrupto de dirección se debía
sin duda al hecho de que cierto número de investigadores, incluyendo
científicos empleados por el gobierno de los Estados Unidos, habían presentado
documentos que indicaban que las isoflavonas son tóxicas.
Al principio de 1998, la FDA también
recibió el informe final del gobierno británico sobre los fitoestrógenos. El
informe no encontraba mucha evidencia de beneficio, y advertía de efectos
adversos potenciales. [30]
Aún con el cambio a aislados de
proteína de soja, los burócratas de la FDA embarcados en el “riguroso proceso
de aprobación” se vieron obligados a ocuparse rápidamente de los efectos del
bloqueo de minerales, inhibidores enzimáticos, bociogenicidad, alteraciones del
sistema endocrino, problemas del sistema reproductor, y mayores reacciones
alérgicas al consumo de productos de soja. [31]
Una de las más enérgicas cartas de
protesta llegó de los Drs. Dan Sheehan y Daniel Doerge, investigadores del
gobierno en el Centro Nacional Para la Investigación Toxicológica. [32] Sus
ruegos a favor de etiquetas de advertencia en los envases fueron desestimadas
por considerárselas injustificadas.
“La suficiente evidencia científica” de
las propiedades de la soja para reducir el colesterol fue tomada mayormente de
un meta-análisis en 1995 llevado a cabo por el Dr. James Anderson, patrocinado
por Protein Technologies International y publicado en el New England Journal of
Medicine. [33]
Un meta-análisis es una revisión y un
resumen de los resultados de muchos estudios clínicos sobre el mismo tema. El
uso de los meta-análisis para sacar conclusiones generales ha sido criticado
severamente por los miembros de la comunidad científica.
“Los investigadores que reemplazan
pruebas más rigurosas con meta-análisis corren el riesgo de hacer falsas
suposiciones y embarcarse en una contabilidad creativa”, dice Sir John Scott,
presidente de la Royal Society of New Zealand. “Lo semejante no está siendo
puesto junto con lo semejante. Varios grupos están poniendo juntos montones
pequeños y grandes de datos”. [34]
Hay la tentación adicional de que los
investigadores, en particular los que son financiados por compañías como PTI,
dejen fuera estudios que evitarían las conclusiones deseadas. El Dr. Anderson
descartó ocho estudios por varias razones, dejando un resto de veintinueve.
El informe publicado indicaba que los
individuos con niveles de colesterol superiores a 250 mg/dl experimentarían una
“significativa” reducción de entre 7 y 20 por ciento en los niveles de
colesterol sérico si reemplazaban la proteína animal con proteína de soja. La reducción
de colesterol fue insignificante en los individuos cuyo colesterol era inferior
a 250 mg/dl.
En otras palabras,
para la mayoría de nosotros, si renunciamos a los biftecs y en su lugar comemos
hamburguesas vegetales no reduciremos los niveles de colesterol en la sangre.
La declaración de salud que la FDA aprobó “después de una detallada revisión de
datos clínicos de seres humanos” no informa al consumidor estos importantes
detalles.
La investigación que
enlaza la soja con los efectos positivos sobre los niveles de colesterol es “increíblemente
inmadura”, dijo Ronald M. Krauss, MD, director del Molecular Medical Research
Program [Programa de Investigación de Medicina Molecular], y del Lawrence
Berkeley National Laboratory [Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley]. [35]
Podría haber añadido que los estudios según los cuales los niveles de
colesterol fueron reducidos por medio de dietas o drogas han resultado
consistentemente en un número de muertes en los grupos en tratamiento mayor que
en los grupos de control – muertes causadas por ataques, cáncer, desórdenes
intestinales, accidentes, y suicidios. [36]
Las medidas para
reducir el colesterol en los Estados Unidos han estimulado una industria para
la reducción del colesterol por valor de $60 mil millones anuales, pero no nos
han salvado de la destrucción causada por las enfermedades del corazón.
Referencias
3. Coleman, Richard J., “Vegetable Protein – A Delayed Birth?” Journal
of the American Oil Chemists’ Society 52:238A, April 1975.
4. See www.unitedsoybean.org
5. These are listed in www.soyonlineservice.co.nz
6. Wall Street Journal, October 27, 1995.
7. Smith, James F., “Healthier tortillas could lead to healthier Mexico”,
Denver Post, August 22, 1999, p. 26A.
8. “Bakery says new loaf can help reduce hot flushes”, Reuters,
September 15, 1997.
9. “Beefing Up Burgers with Soy Products at School”, Nutrition Week,
Community Nutrition Institute, Washington, DC, June 5, 1998, p. 2.
10. Urquhart, John, “A Health Food Hits Big Time”, Wall Street Journal,
August 3, 1999, p. B1
11. “Soyabean Milk Plant in Kenya”, Africa News Service, September 1998.
12. Simoons, Frederick J., Food in China: A Cultural and Historical
Inquiry, CRC Press, Boca Raton, 1991, p. 64.
13. Katz, Solomon H., “Food and Biocultural Evolution: A Model for the
Investigation of Modern Nutritional Problems”, Nutritional Anthropology, Alan
R. Liss Inc., 1987, p. 50.
14. Rackis, Joseph J. et al., “The USDA trypsin inhibitor study. I.
Background, objectives and procedural details”, Qualification of Plant Foods in
Human Nutrition, vol. 35, 1985.
15. Van Rensburg et al., “Nutritional status of African populations
predisposed to esophageal cancer”, Nutrition and Cancer, vol. 4, 1983, pp.
206-216; Moser, P.B. et al., “Copper, iron, zinc and selenium dietary intake
and status of Nepalese lactating women and their breastfed infants”, American
Journal of Clinical Nutrition 47:729-734, April 1988; Harland, B.F. et al., “Nutritional
status and phytate: zinc and phytate X calcium: zinc dietary molar ratios of
lacto-ovovegetarian Trappist monks: 10 years later”, Journal of the American
Dietetic Association 88:1562-1566, December 1988.
16. El Tiney, A.H., “Proximate Composition and Mineral and Phytate
Contents of Legumes Grown in Sudan”, Journal of Food Composition and Analysis
(1989) 2:6778.
17. Ologhobo, A.D. et al., “Distribution of phosphorus and phytate in
some Nigerian varieties of legumes and some effects of processing”, Journal of
Food Science 49(1):199-201, January/February 1984.
18. Sandstrom, B. et al., “Effect of protein level and protein source on
zinc absorption in humans”, Journal of Nutrition 119(1):48-53, January 1989;
Tait, Susan et al., “The availability of minerals in food, with particular
reference to iron”, Journal of Research in Society and Health 103(2):74-77,
April 1983.
19. Phytate reduction of zinc absorption has been demonstrated in
numerous studies. These results are cáncerzed in Leviton, Richard, Tofu,
Tempeh, Miso and Other Soyfoods: The ‘Food of the Future’ – How to Enjoy Its
Spectacular Health Benefits, Keats Publishing, Inc., New Canaan, CT, USA, 1982,
p. 1415.
20. Mellanby, Edward, “Experimental rickets: The effect of cereals and
their interaction with other factors of diet and environment in producing
rickets”, Journal of the Medical Research Council 93:265, March 1925; Wills,
M.R. et al., “Phytic Acid and Nutritional Rickets in Immigrants”, The Lancet,
April 8,1972, pp. 771-773.
21. Rackis et al., ibid.
22. Rackis et al., ibid., p. 232.
23. Wallace, G.M., “Studies on the Processing and Properties of Soymilk”,
Journal of Science and Food Agriculture 22:526-535, October 1971.
24. Rackis, et al., ibid., p. 22; “Evaluation of the Health Aspects of
Soy Protein Isolates as Food Ingredients”, prepared for FDA by Life Sciences
Research Office, Federation of American Societies for Experimental Biology
(9650 Rockville Pike, Bethesda, MD 20014), USA, Contract No. FDA 223-75-2004,
1979.
25. See www.truthinlabeling.org
26. Rackis, Joseph, J., “Biological and Physiological Factors in
Soybeans”, Journal of the American Oil Chemists’ Society 51:161A-170A, January
1974.
27. Rackis, Joseph J. et al., “The USDA trypsin inhibitor study”, ibid.
28. Torum, Benjamin, “Nutritional Quality of Soybean Protein Isolates:
Studies in Children of Preschool Age”, in Soy Protein and Human Nutrition,
Harold L Wilcke et al. (eds), Academic Press, New York, 1979.
29. Zreik, Marwin, CCN, “The Great Soy Protein Awakening”, Total Health
32(1), February 2000.
30. IEH Assessment on Phytoestrogens in the Human Diet, Final Report to
the Ministry of Agriculture, Fisheries and Food, UK, November 1997, p. 11.
31. Food Labeling: Health Claims: Soy Protein and Coronary Heart
Disease, Food and Drug Administration 21 CFR, Part 101 (Docket No. 98P-0683).
32. Sheegan, Daniel M. and Daniel R Doerge, Letter to Dockets Management
Branch (HFA-305), February 18, 1999.
33. Anderson, James W. et al., “Meta-analysis of the Effects of Soy
Protein Intake on Serum Lipids”, New England Journal of Medicine (1995) 333L5):276-282.
34. Guy, Camille, “Doctors warned against magic, quackery”, New Zealand
Herald, September 9, 1995, section 8, p. 5.
35. Sander, Kate and Hilary Wilson, “FDA approves new health claim for
soy, but litte fallout expected for dairy”, Cheese Market News, October 22,
1999, p. 24.
36. Enig, Mary G. and Sally Fallon, “The Oiling of America”, NEXUS
Magazine, December 1998-January 1999 and February-March 1999; also available at
www.westonaprice.org
Comentario: Este
artículo es el tercero de una serie de cinco artículos dedicados a
desenmascarar las mentiras detrás de los supuestos beneficios de consumir soja.
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Crea en la Propaganda! Siguiente: La soja
y el cáncer
*=================================
LA SOJA Y EL CÁNCER
Sally Fallon y Mary G. Enig
soyonlineservice.co.nz
mie, 07 sep 2011 06:09 EDT
Traducido por Román Quirós M.
La nueva ordenanza de la FDA no permite
poner ninguna declaración sobre prevención del cáncer en las etiquetas de los
envases de alimentos, pero eso no ha impedido que la industria y sus
especialistas en mercadeo las hagan en su literatura de propaganda.
¿La soja produce cáncer? ¿es mala para
el tiroides?
"Además de proteger el
corazón", dice el folleto de un fabricante de vitaminas, "la soja ha
demostrado poseer poderosos beneficios contra el cáncer ... los japoneses, que
comen 30 veces más soja que los norteamericanos, tienen una menor incidencia de
cáncer del seno, del útero, y de la próstata". [37]
Ciertamente. Pero los japoneses, y los
asiáticos en general, tienen tasas mucho mayores de otros tipos de cáncer, en
particular cáncer del esófago, el estómago, el páncreas, y el hígado. [38] En
todo el mundo, los asiáticos también tienen una alta tasa de cáncer de la
tiroides. [39] La lógica que enlaza la baja tasa de cánceres del aparato
reproductor con el consumo de soja requiere que se atribuyan las altas tasas de
cáncer de la tiroides y del tracto digestivo a los mismos alimentos, en
particular porque la soja causa estos tipos de cáncer en ratas de laboratorio.
¿Exactamente cuánta soja comen los
asiáticos? Una encuesta de 1998 descubrió que la cantidad diaria promedio de
proteína de soja consumida en Japón era como de ocho gramos para los hombres y
siete para las mujeres - menos de dos cucharaditas. [40] El famoso Estudio
Cornell de China, dirigido por Colin T. Campbell, descubrió que el consumo de
legumbres en China variaba desde 0 hasta 58 gramos por día, con una media de
aproximadamente doce. [41].
Suponiendo que dos
tercios del consumo de legumbres sea soja, entonces el consumo máximo es de
como 40 gramos, es decir, menos de tres cucharadas por día, con un consumo
promedio de como nueve gramos, o menos de dos cucharaditas. Una encuesta
llevada a cabo en la década de 1930 reveló que los alimentos de soja
representaban sólo 1.5 por ciento de las calorías en la dieta de los chinos, en
comparación con el 65 por ciento de las calorías procedentes de la carne de
cerdo. [42] (¡Tradicionalmente, los asiáticos cocinaban con manteca, no con
aceite vegetal!)
Los alimentos de soja
tradicionalmente fermentados producen una sazón deliciosa y natural que puede
proporcionar importantes factores nutritivos en la dieta de los asiáticos.
Pero, excepto en tiempos de hambruna, los asiáticos consumen productos de soja
sólo en pequeñas cantidades, como condimento, y no como reemplazo de alimentos
animales - con una excepción. Los monjes célibes que viven en monasterios y que
llevan una vida vegetariana encuentran los alimentos a base de soja bastante
útiles porque aplacan la líbido.
Fue un meta-análisis
de 1994, efectuado por Mark Messina, y publicado en Nutrición y Cáncer, lo que
avivó la especulación sobre las propiedades anticarcinógenas de la soja. [43]
Messina observó que, de 26 estudios sobre animales, 65 por ciento informaron
efectos protectores de la soja. Convenientemente, se olvidó de incluir por lo
menos un estudio en el cual la alimentación con soja causó cáncer del páncreas,
a saber, el estudio que llevó a cabo Rackis en 1985. [44] En los estudios
humanos que él listó, los resultados fueron mixtos.
Algunos de estos
estudios mostraban algún efecto protector, pero la mayoría no mostraron en
absoluto ninguna correlación entre el consumo de soja y la tasa de cáncer.
Rackis llegó a la conclusión de que "los datos en esta revisión no pueden
usarse como base para afirmar que la ingesta de soja disminuye el riesgo de
cáncer". Pero, en su libro subsiguiente, The Simple Soybean and Your
Health [El Sencillo Frijol Soja y Su Salud], Messina hace justamente esta
afirmación, recomendando una taza de 230 gramos de productos de soja por día en
su dieta "óptima" como medio de evitar el cáncer.
Miles de mujeres
están ahora consumiendo soja en la creencia de que ésta les protege contra el
cáncer del seno. Pero, en 1996, los investigadores descubrieron que las mujeres
que consumían aislado de proteína de soja tenían una tasa mayor de hiperplasia
epitelial, una condición que presagia el cáncer maligno. [45] Un año más tarde,
se encontró que la genisteína de dieta estimulaba las células mamarias para
entrar al ciclo celular - un descubrimiento que llevó a los autores del estudio
a llegar a la conclusión de que las mujeres no deben consumir productos de soja
para evitar el cáncer del seno. [46]
Fitoestrógenos: ¿Panacea o Veneno?
El macho de las aves tropicales tiene,
cuando nace, el plumaje pardo de la hembra, y se "colorean" a la
madurez, lo cual ocurre entre los nueve y los 24 meses.
En 1991, Richard y Valerie James,
criadores de aves de Whangerai, Nueva Zelanda, compraron una nueva clase de
alpiste para sus aves - basado mayormente en proteína de soja. [47] Cuando se
usó alpiste con base de soya, el plumaje de las aves se "coloreó"
después de sólo unos meses. En realidad, un fabricante de alpiste afirmó que
este desarrollo adelantado era una ventaja impartida por el alpiste.
Un anuncio de 1992 de la fórmula del
alpiste Roudybush mostraba a un rosela carmesí macho, un loro australiano que
adquiere su hermoso plumaje rojo entre los 18 y los 24 meses, y que ya aparece
coloreado a las 11 semanas.
Desafortunadamente, en los años
subsiguientes, hubo una menor fertilidad en las aves, con madurez precoz, y
pichones deformes, atrofiados, y prematuros, y muertes prematuras,
especialmente entre las hembras, con el resultado de que la población total en
los aviarios entró en franca declinación.
Las aves sufrían de deformidades del
pico y de los huesos, bocio, desórdenes del sistema inmunológico, y conducta
patológica, agresiva. La autopsia reveló que los órganos digestivos estaban en
estado de desintegración. La lista de problemas correspondía a muchos de los
que los James habían encontrado en sus dos hijos, a los cuales se les había
dado fórmula para bebés con base de soja.
Alarmados, horrorizados, furiosos, los
James contrataron al toxicólogo Mike Fitzpatrick, Ph. D., para que investigara
más. La literatura del Dr. Fitzpatrick en forma de una revista reveló evidencia
de que el consumo de soja está ligado a numerosos desórdenes, que incluyen
infertilidad, mayor tasa de cáncer y leucemia infantil; y, en estudios que
databan de la década de 1950, 48 que la genisteína en la soja causa trastornos
endocrinos en animales.
El Dr. Fitzpatrick también analizó el
alpiste y descubrió que contenía altos niveles de fitoestrógenos, especialmente
genisteína. Cuando los James dejaron de usar el alpiste con base de soja, la
bandada regresó gradualmente a sus hábitos y su conducta normales.
Los James se embarcaron en una cruzada
privada para advertir al público y a los funcionarios gubernamentales acerca de
las toxinas en alimentos de soja, en particular las isoflavonas, que causan
trastornos endocrinos, la genisteína, y el diadzén. Protein Technology
International recibió su material en 1994.
En 1991, unos
investigadores japoneses informaron que el consumo de apenas 30 gramos o dos
cucharadas de frijol soja por día durante sólo un mes había dado como resultado
un significativo aumento de la hormona que estimula la tiroides. [49] En
algunos sujetos apareció bocio difuso e hipertiroidismo, y muchos se quejaron
de constipación, fatiga y letargo, aunque la ingesta de yodo había sido
adecuada.
En 1997, unos
investigadores del Centro Nacional para Investigación Toxicológica de la FDA
hicieron el embarazoso descubrimiento de que los componentes bociogénicos de la
soja eran las isoflavonas mismas. [50]
Veinticinco gramos de
aislado de proteína de soja, la cantidad mínima que PTI afirmaba que tenía
efectos reductores del colesterol, contiene entre 50 y 70 mg de isoflavonas.
Sólo se necesitaron 45 mg de isoflavonas en mujeres premenstruales para obtener
significativos efectos biológicos, incluyendo una reducción de las hormonas
necesarias para la adecuada función de la tiroides. Estos efectos permanecieron
durante tres meses después de haberse descontinuado el consumo de soja. [51]
Cien gramos de
proteína de soja - la dosis máxima indicada para reducir el colesterol, y la
cantidad recomendada por PTI - pueden contener casi 600 mg de isoflavonas, [52]
una cantidad que es indiscutiblemente tóxica. En 1992, el servicio de salud
suizo calculó que 100 gramos de proteína de soja proporcionaban el equivalente
estrogénico de la píldora. [53]
Los estudios in vitro
indican que las isoflavonas inhiben la síntesis del estradiol y otras hormonas
esteroides. [54] Se han observado desórdenes en el aparato reproductor,
infertilidad, y enfermedades en la tiroides y el hígado debidas a la ingestión
de isoflavonas en la dieta de varias especies animales, incluyendo ratones,
guepardos, codornices, cerdos, ratas, esturiones, y ovejas. [55]
Son las isoflavonas
en la soja las que se dice que tienen un efecto favorable sobre los síntomas
post-menopáusicos, incluyendo acaloramientos, y protección contra la
osteoporosis. La cuantificación de la incomodidad debida al acaloramiento es en
extremo subjetiva, y la mayor parte de los estudios muestra que los sujetos de
control informan una reducción en la incomodidad en cantidad igual a la de los
sujetos que recibían soja. [56] La afirmación de que la soja evita la
osteoporosis es extraordinaria, dado el hecho de que los alimentos a base de
soja bloquean el calcio y causan deficiencia de vitamina D.
Si los asiáticos
tienen realmente tasas más bajas de osteoporosis que los occidentales, es
porque su dieta proporciona abundancia de vitamina D procedente de camarones,
manteca, y mariscos, y mucho calcio de caldo de hueso. La razón de que los
occidentales tengan tasas tan altas de osteoporosis es que han reemplazado, con
soja, la mantequilla, que es una fuente tradicional de vitamina D y otros
activadores solubles en grasa que se necesitan para la absorción del calcio.
Píldoras
Anticonceptivas Para Bebés
Pero fueron las
isoflavonas en los biberones lo que más preocupó a los James. En 1998, los
investigadores informaron que la exposición diaria de bebés a las isoflavonas
en los biberones a base de soja es de 6 a 11 más alta, por peso, que la dosis
que tiene efectos hormonales en adultos que consumen alimentos de soja. Las
concentraciones circulantes de isoflavonas en bebés alimentados con
preparaciones a base de soja eran entre 13,000 y 22,000 veces más altas que las
concentraciones de plasma estradiol en bebés alimentados con fórmulas a base de
leche de vaca. [57]
Aproximadamente el 25
por ciento de los niños alimentados con biberón en los Estados Unidos reciben
una fórmula a base de soja, un por ciento mucho mayor que en otras partes del
mundo occidental. Fitzpatrick calculó que un bebé alimentado exclusivamente con
una fórmula a base de soja recibe el equivalente estrogénico, por peso, de por
lo menos cinco píldoras anticonceptivas por día. [58] Por contraste, no se han
detectado casi estrógenos en fórmulas para bebés a base de productos lácteos o
de leche humana, aunque la madre consuma productos de soja.
Por años, los
científicos han sabido que la fórmula a base de soja puede causar problemas con
la tiroides en bebés. Pero, ¿cuáles son los efectos de los productos de soja en
el desarrollo hormonal de los bebés, tanto varones como niñas?
Los bebés varones
experimentan una "oleada de testosterona" durante los primeros meses
de vida, cuando los niveles de testosterona pueden llegar a ser tan altos como
los de un varón adulto. Durante este período, el bebé es programado para
expresar características masculinas después de la pubertad, no sólo en el
desarrollo de sus órganos sexuales y otros rasgos físicos masculinos, sino
también en el establecimiento de patrones cerebrales característicos de la
conducta masculina.
En los monos, la
deficiencia de hormonas masculinas perjudica el desarrollo de la percepción
espacial (que, en los humanos, normalmente es más aguda en los hombres que en
las mujeres), de la capacidad para aprender, y de las tareas de discriminación
visual (como las que se requieren para leer). [59] No es necesario decir que
los futuros patrones de orientación sexual pueden también ser influídos por el
ambiente hormonal inicial.
Los bebés varones
expuestos durante la gestación al dietilstilbestrol (DES), un estrógeno
sintético que tiene sobre los animales efectos similares a los de los
fitoestrógenos de la soja, tenían testículos más pequeños que lo normal al
llegar a la madurez. [60]
La discapacidades
para el aprendizaje, especialmente en niños varones, han alcanzado proporciones
epidémicas. La alimentación de bebés con productos a base de soja - que comenzó
en firme a principios de la década de 1970 - no puede ser pasada por alto como
causa de estos trágicos sucesos.
Alimentos
para bebés a base de soja son culpables de desarrollo prematuro de las
criaturas y afecciones diversas en la vida adulta
En cuanto a las niñas, un alarmante
número de ellas está entrando en la pubertad mucho más temprano de lo normal,
según un reciente estudio reportado en la revista Pediatrics. [61] Los
investigadores descubrieron que uno por ciento de todas las niñas ahora
muestran señales de pubertad, tales como desarrollo de los senos o de vello
púbico, antes de los tres años; a la edad de ocho años, el 14.7 por ciento de
las niñas blancas y casi el 50 por ciento de de las niñas afroamericanas
muestran una o más de estas características.
Nuevos datos indican que los estrógenos
ambientales, como los PCB y el DDE (que resultan de la descomposición del DDT)
pueden causar desarrollo sexual prematuro en las niñas. [62] En el estudio
sobre el Desarrollo Prematuro de los Senos, llevado a cabo en 1986 en Puerto
Rico, la más significativa asociación dietaria con el desarrollo prematuro
sexual no fueron los pollos - como informó la prensa - sino las preparaciones
de biberones a base de soja. [63]
Las consecuencias de esta niñez
truncada son trágicas. Niñas con cuerpos maduros tienen que entendérselas con
sentimientos e impulsos que la mayoría de los niños no están preparados para
manejar. Una maduración muy temprana de las niñas es con frecuencia una señal
de problemas con el sistema reproductor más tarde en la vida, incluyendo el no
poder menstruar, infertilidad, y cáncer de los senos.
Los padres que se han puesto en
contacto con los James dan cuenta de otros problemas asociados con niños de uno
y otro sexo alimentados con fórmulas a base de soja, problemas que incluyen
conducta emocional extrema, asma, problemas del sistema inmunológico,
insuficiencia pituitaria, desórdenes de la tiroides, y síndrome del intestino
irritable - los mismos estragos endocrinos y digestivos que afligieron a los
loros de los James.
Disensión en las
Filas
Los organizadores del
Tercer Simposio Internacional Sobre la Soja se verían en apuros para llamar a
la conferencia un éxito sin reservas. En el segundo día del simposio, la
empresa Food Commission, de Londres, y la Weston A. Price Foundation, de
Washington, D.C., tuvieron una conferencia de prensa conjunta en el mismo hotel
que el simposio, para presentar sus preocupaciones relativas a las fórmulas
para bebés a base de soja.
Los delegados
permanecieron sentados, impasibles, durante la recitación de los peligros
potenciales, y una apelación de preocupados científicos y padres para que se
retiraran del mercado las preparaciones para bebés a base soja. Bajo la presión
de los James, el gobierno neozelandés había emitido, en 1998, una advertencia sobre
la fórmula a base de soja; era tiempo que el gobierno de los Estados Unidos
hiciera lo mismo.
En el último día del
simposio, las presentaciones de nuevos descubrimientos relacionados con la
toxicidad enviaron un bien escalofrío oxigenado a través de la vertiginosa
propaganda. El Dr. Lon White informó sobre un estudio llevado a cabo por
japoneses-americanos que viven en Hawaii, que mostraba una significativa
relación estadística entre dos o más servidas de tofú por semana y el
"envejecimiento acelerado del cerebro". [64]
Los participantes que
consumían tofú en su mediana edad tenían una menor función perceptiva más tarde
en la vida, y una tasa mayor de la enfermedad de Alzheimer y demencia. "Es
más", dijo el Dr. White, los que comían mucho tofú, parecían cinco años
más viejos cuando tenían 75 u 80 años". [65] White y sus colegas culparon
a las isoflavonas de los efectos negativos - un descubrimiento que apoya un
estudio anterior según el cual las mujeres post-menopáusicas con niveles
mayores de estrógeno circulante experimentaron una mayor declinación
perceptiva. [66]
Los científicos
Daniel Sheehan y Daniel Doerge, del Centro Nacional para la Investigación
Toxicológica, le arruinaron el día a PTI al presentar descubrimientos hechos en
estudios sobre alimentación de ratas, los cuales indicaban que la genisteína en
alimentos de soja causa daño irreversible a las enzimas que sintetizan las
hormonas de la tiroides. [67]
"La asociación
entre el consumo de frijol soja y el bocio en animales y seres humanos tiene
una larga historia", escribió Doerge. "La evidencia actual en favor
de los efectos beneficiosos de la soja requiere también la plena comprensión de
los efectos adversos potenciales".
El Dr. Claude Hughes
informó que las ratas nacidas de madres alimentadas con genisteína pesaban
menos al nacer en comparación con los controles, y la aparición de la pubertad
ocurría más temprano en las crías macho. [68] Su investigación indica que los
efectos observados en ratas "... por lo menos predirán lo que ocurre en
seres humanos".
"No hay razón
para suponer que habrá malformaciones manifiestas en fetos, pero habrá cambios
sutiles, tales como en atributos neuroconductuales, funciones inmunológicas, y
niveles de hormonas sexuales". Los resultados, dijo, "podrían ser
nada, o podrían ser algo que cause gran preocupación ... si la mamá está
comiendo algo que puede actuar como las hormonas sexuales, es lógico
preguntarse si eso podría cambiar el desarrollo del bebé". [69]
Un estudio de bebés
nacidos de madres vegetarianas, publicado en enero de 2000, indicaba
precisamente lo que podrían ser esos cambios en el desarrollo del bebé. Las
madres que tenían una dieta vegetariana durante el embarazo tenían un riesgo
cinco veces mayor de dar a luz un bebé con hipospadias, un defecto de
nacimiento en el pene. [70] Los autores del estudio indicaron que la causa era
una mayor exposición a los fitoestrógenos en alimentos de soja que son
populares entre los vegetarianos.
Es más probable que los problemas con
la descendencia femenina de madres vegetarianas aparezcan más tarde en la vida.
Aunque el efecto estrogénico de la soja es menor que el del dietilstilbestrol
(DES), es probable que la dosis sea mayor porque es consumida como alimento, no
tomada como droga. Las hijas de mujeres que tomaron DES durante el embarazo
sufrieron de infertilidad y cáncer cuando llegaron a los veinte años o más.
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70. "Vegetarian diet
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January 2000.
Comentario: Este artículo es el cuarto de una serie de
cinco artículos dedicados a desenmascarar las mentiras detrás de los supuestos
beneficios de consumir soja.
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"La Cenicienta" Siguiente: Soja:
Controles inexistentes en un sistema esencialmente corrupto.
SOJA: CONTROLES INEXISTENTES
EN UN SISTEMA ESENCIALMENTE
CORRUPTO
Sally Fallon y Mary G. Enig
soyonlineservice.co.nz
Mie, 07 sep 2011 09:21 CDT
Traducido por Román Quirós M.
La FDA es responsable de
permitir el envenenamiento de la población durante décadas
Acechando en el trasfondo de la propaganda de la industria está la
persistente pregunta de si es siquiera legal añadir aislado de proteína de soja
a los alimentos. Todos los aditivos para alimentos que no eran de uso común
antes de 1958, incluyendo proteína de caseína de leche, deben tener la
condición GRAS: [del inglés Generally Recognized As Safe] Generalmente Reconocido
Como Seguro. En 1972, la administración Nixon ordenó que se re-examinaran
substancias que se creían GRAS, a la luz de cualquier información científica
disponible en ese tiempo.
Este re-examen incluía
proteína de caseína que había sido codificada como GRAS en 1978. En 1974, la
FDA obtuvo una revisión de la literatura sobre la proteína de soja porque, como
esta proteína no se había usado en los alimentos antes de 1959 y ni siquiera
era de uso común a principios de la década de 1970, no era elegible para ser
exceptuada del requisito GRAS bajo las provisiones de la Ley de Alimentos,
Drogas, y Cosméticos. [71]
Hasta 1974, la literatura
científica reconocía muchos antinutrientes en la proteína de soja fabricada,
incluyendo los inhibidores de tripsina, el ácido fítico, y la genisteína. Pero
la revisión de literatura de la FDA desestimó una discusión de los impactos
adversos, con la afirmación de que era importante eliminarlos para un
"adecuado procesamiento".
La genisteína podía ser
eliminada mediante un lavado con alcohol, pero era un procedimiento costoso,
que los procesadores evitaban. Estudios posteriores establecieron que el
contenido de inhibidor de tripsina podía ser eliminado sólo mediante largos
períodos de calor y presión, pero la FDA no ha impuesto ninguna exigencia de
que los fabricantes hagan esto.
La FDA estaba más
preocupada por las toxinas que se formaban durante el procesamiento,
específicamente los nitritos y la lisinoalanina. [72] Siempre a bajos niveles
de consumo - en promedio, un tercio de gramo por día en ese tiempo - la
presencia de estos carcinógenos era considerada una amenaza demasiado grande
contra la salud pública como para permitir la condición GRAS.
La proteína de soja sí
fue aprobada para ser usada como empastadura en cajas de cartón, y a esta
aprobación se le permitió continuar, pues los investigadores consideraron que
la emigración de nitritos desde la caja hasta el alimento contenido en ella
sería demasiado pequeña para constituir un riesgo de cáncer. Los funcionarios
de la FDA requirieron especificaciones de seguridad y procedimientos de
monitoreo antes de conceder la condición GRAS para estos alimentos.
Estos procedimientos
nunca se llevaron a cabo. Hasta la fecha, el uso de la proteína de soja está
codificada como GRAS sólo para este limitado uso industrial como empastadura
para cartón. Esto significa que la proteína de soja debe sujetarse a
procedimientos de aprobación previos al mercadeo cada vez que los fabricantes
se propongan usarla como alimento o añadirla a los alimentos.
La proteína de soja fue
introducida en las fórmulas para bebés a principios de la década de 1960. Era
un producto nuevo, absolutamente sin ningún historial de uso. Puesto que la
proteína de soja no tenía condición GRAS, se requería la aprobación de
pre-mercadeo. Esta condición no había sido concedida, y todavía no lo ha sido.
El ingrediente clave en la fórmula de soja para bebés no está reconocido como
seguro.
¿El Próximo Asbestos?
"Contra el trasfondo
de una amplia alabanza... existe la creciente sospecha de que la soja - a pesar
de sus indiscutibles beneficios - puede representar algunos riesgos para la
salud", escribe Marian Burros, una de las principales escritoras del New
York Times. Más que el de ninguna otra escritora, el patrocinio, por parte de
la Srta. Burros, de una dieta baja en grasa y mayormente vegetariana ha llevado
a los norteamericanos a los pasillos de los supermercados que ofrecen alimentos
a base de soja.
Sin embargo, su artículo
"Las Dudas Ensombrecen Las Alegres Noticias Sobre la Soja", del 26 de
enero del 2000, contiene la siguiente afirmación alarmante: "Ni uno solo
de los 18 científicos entrevistados para esta columna estuvo dispuesto a decir
que el ingerir isoflavonas estaba libre de riesgo". La Srta Burros no
enumeró los riesgos, ni mencionó que los 25 gramos de soja diarios recomendados
contienen suficientes isoflavonas para causar problemas en individuos
sensibles, pero era evidente que la industria había reconocido le necesidad de
cubrirse.
Debido a que la industria
está extremadamente expuesta... los abogados de contingencias pronto
descubrirán que el número de demandantes potenciales puede contarse por
millones, y que los bolsillos son muy, muy hondos. Los jurados escucharán algo
así: "La industria ha sabido por años que la soja contiene muchas
toxinas".
"Al principio, le
dijeron al público que las toxinas eran eliminadas mediante el procesamiento.
Cuando fue evidente que el procesamiento no las eliminaba, afirmaron que estas
substancias eran beneficiosas. Su gobierno concedió un reclamo de salud a una
substancia que es venenosa, y la industria le mintió al público para poder
vender más soja".
La "industria"
incluye a los comerciantes, fabricantes, científicos, publicistas, burócratas,
ex-financistas de bonos, escritores sobre alimentos, compañías fabricantes de
vitaminas, y tiendas al menudeo. Los granjeros probablemente se escaparán
porque fueron engañados como el resto de nosotros. Pero necesitan encontrar
alguna otra cosa que cultivar antes de que la burbuja de la soja estalle y el
mercado se venga abajo: ganado alimentado con pasto, vegetales de diseño... o
cáñamo para fabricar papel para miles y miles de sumarios legales.
Referencias
71. FDA ref 72/104, Report
FDABF GRAS - 258.
72. "Evaluation of
the Health Aspects of Soy Protein Isolates as Food Ingredients", prepared
for FDA by Life Sciences Research Office, Federation of American Societies for
Experimental Biology (FASEB) (9650 Rockville Pike, Bethesda, MD 20014, USA),
Contract No, FDA 223-75-2004, 1979.
Comentario:
Este artículo es el último de una serie de cinco artículos dedicados a desenmascarar
las mentiras detrás de los supuestos beneficios de consumir soja.
*==========================
SOJA Y SUS PROBLEMAS.- POR QUÉ
EVITAR LA SOJA
Dra. Mary G. Enig y a Sally
Fallon.
Reproducimos uno de los informes pioneros y
fundamentados respecto a la problemática de la soja en el consumo humano. El
trabajo pertenece a la Dra. Mary G. Enig y a Sally Fallon, nutricionistas
estadounidenses cuyos antecedentes figuran al pie del informe, junto a la
profusa bibliografía en que se fundamenta la investigación.
El Lado Oscuro de la Cenicienta
La propaganda que ha
creado el milagro de las ventas de soja es tanto más notable cuanto que, hace
sólo algunas décadas, el poroto de soja era considerado no apto como alimento,
ni siquiera en Asia. Durante la dinastía Chou (1134-246 AC), al poroto de soja
era designado uno de los cinco granos sagrados, junto con la cebada, el trigo,
el mijo, y el arroz. Sin embargo, la pictografía del poroto de soja, que data
de épocas anteriores, indica que al principio no se usaba como alimento;
porque, mientras las pictografías de los otros cuatro granos muestran la
semilla y la estructura del tallo de la planta, la pictografía del poroto de
soja enfatiza la estructura de la raíz. La literatura sobre agricultura de la
época habla frecuentemente del poroto de soja y su uso en la rotación de las
cosechas. Aparentemente, la planta de soja se usaba al principio como método
para fijar el nitrógeno. 13
El poroto de soja no sirvió como alimento sino hasta el descubrimiento
de las técnicas de fermentación, en algún momento durante la dinastía Chou. Los
primeros alimentos de soja eran productos fermentados, como el tempeh (alimento
asiático que se prepara fermentando porotos soja con rizópodos), natto, miso y
salsa de soja.
En fecha posterior, posiblemente en el siglo II a. C., los científicos
chinos descubrieron que un puré de porotos soja cocidos podía ser precipitado
con sulfato de calcio o sulfato de magnesio (yeso o sales de Epsom) para hacer
una cuajada suave y pálida (tofú o cuajada de poroto). El uso de productos de
soja fermentados y precipitados pronto se extendió a otras partes del Oriente,
principalmente Japón e Indonesia.
Los chinos no comían poroto de soja fermentado, como las otras
legumbres (lentejas), porque el poroto de soja contiene grandes cantidades de
toxinas naturales, o "antinutrientes". Primero entre ellos están los
potentes inhibidores de enzimas que bloquean la acción de la tripsina y otras
enzimas que se necesitan para digerir las proteínas.
Estos inhibidores son proteínas grandes, dobladas apretadamente, que no
son desactivadas por completo durante el cocimiento normal. Pueden producir
serias molestias gástricas, una reducida digestión de las proteínas, y
deficiencias crónicas en la absorción de los aminoácidos. En animales de
laboratorio, las dietas altas en inhibidores de la tripsina causan
agrandamiento y condiciones patológicas del páncreas, incluyendo cáncer. 14
El poroto de soja también contiene hemaglutinina, una sustancia que
promueve la formación de coágulos y hace que las células rojas de la sangre
formen grumos.
Los inhibidores de la tripsina y la hemaglutinina son inhibidores del
crecimiento. Las ratas en destete alimentadas con soja que contiene estos
antinutrientes dejan de crecer normalmente. Los compuestos que debilitan el
crecimiento son desactivados durante el proceso de fermentación, así que, una
vez que los chinos descubrieron cómo fermentar el poroto de soja, comenzaron a
incorporar en su dieta alimentos a base de soja.
En productos precipitados, los inhibidores de enzimas se concentran en
el líquido que remoja más bien que en la cuajada. Por eso, en el tofú y la
cuajada de poroto, los debilitadores del crecimiento se reducen en cantidad,
pero no son eliminados por completo.
La soja también contiene bociógenos - sustancias que debilitan la
función de la tiroides.
Además, el 99% de la soja es modificada genéticamente, y tiene uno de
los más altos índices de contaminación por pesticidas de nuestros alimentos.
El poroto de soja tiene un alto contenido de ácido fítico, que está
presente en el salvado o la cáscara de todas las semillas. Es una sustancia que
puede bloquear la asimilación de minerales esenciales (calcio, magnesio, cobre,
hierro y especialmente zinc) en el tracto intestinal.
Aunque no es un nombre común, el ácido fítico ha sido estudiado
extensamente; en la literatura científica contemporánea hay literalmente
cientos de artículos sobre los efectos del ácido fítico. En general, los
científicos concuerdan en que las dietas basadas en granos y legumbres altas en
contenido de fitatos contribuyen a deficiencias minerales muy difundidas en
países del tercer mundo. 15
Los análisis muestran que el calcio, el magnesio, el hierro y el zinc
están presentes en las plantas que se comen como alimento en estas áreas, pero
el alto contenido de fitatos en las dietas a base de soja y granos evita que
estos minerales sean absorbidos.
El poroto de soja tiene uno de los niveles más altos de fitatos de
cualquier grano o legumbre que se haya estudiado, 16, y los fitatos de la soja
son muy resistentes a las técnicas normales para reducirlos, como el cocimiento
lento y prolongado. 17 Sólo un largo período de fermentación reducirá
significativamente el contenido de fitatos del poroto de soja.
Cuando productos precipitados de soja, como el tofú, son consumidos con
carne, se reducen los efectos de la inhibición mineral de los fitatos. 18 Los
japoneses comen tradicionalmente una pequeña cantidad de tofú o miso como parte
de un caldo de pescado rico en minerales, seguido por un plato de carne o
pescado.
Los vegetarianos que consumen tofú y cuajada de poroto como sustituto
de la carne y productos lácteos, corren el riesgo de sufrir severas
deficiencias minerales. Los resultados de la deficiencia de calcio, magnesio, y
hierro son bien conocidos; los de la deficiencia de zinc no tanto.
Al zinc se le llama el mineral de la inteligencia porque se necesita
para el óptimo desarrollo y funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso.
Juega un papel importante en la síntesis de la proteína y la formación de
colágeno; participa en el mecanismo de control del azúcar en la sangre,
protegiendo así contra la diabetes; es necesario para un sistema reproductivo
saludable.
El zinc es un componente clave de numerosas enzimas vitales, y juega un
papel en el sistema inmunológico. Los fitatos que se encuentran en los
productos de soja interfieren con la absorción de zinc más completamente que
con la de otros minerales. 19 La deficiencia de zinc puede causar una sensación
de estar en el "espacio", que algunos vegetarianos confunden con una
"alta" iluminación espiritual.
El beber leche se menciona como la razón de por qué los japoneses de
segunda generación en los Estados Unidos crecen más que sus antepasados
nativos. Algunos investigadores proponen que el menor contenido de fitatos en
la dieta estadounidense - cualesquiera que sean sus otras deficiencias - es la
verdadera explicación, pues señalan que los niños tanto asiáticos como
occidentales que no reciben suficientes productos de carne y pescado para
contrarrestar los efectos de una dieta alta en fitatos, con frecuencia sufren
de raquitismo, atrofias, y otros problemas de crecimiento. 20
El Aislado de Proteína de Soja: No Tan Amigable
Los procesadores de soja han trabajado duro para sacar estos
antinutrientes de los productos terminados, en particular el aislado de
proteína de soja (SPI) [por sus siglas en inglés], que es el ingrediente clave
en la mayoría de alimentos de soja que imitan productos de carne y lácteos,
incluyendo fórmulas para bebés y algunas marcas de leche de soja.
El SPI no es algo que usted puede fabricar en su propia cocina. La
producción tiene lugar en fábricas industriales, donde una mezcla acuosa de
poroto de soja se mezcla primero con una solución alcalina para quitar la
fibra, luego es precipitada y separada usando un lavado ácido, y finalmente, es
neutralizada en una solución alcalina. El lavado ácido en tanques de aluminio
lixivia gran cantidad de aluminio al producto final.
Las cuajadas resultantes son secadas por aspersión a alta temperatura
para producir un polvo de alto contenido proteínico. Una humillación final
contra el poroto de soja original es el procesamiento por extrusión del aislado
de proteína a alta temperatura y alta presión para producir proteína vegetal
texturizada (TVP, por sus siglas en inglés).
Gran parte del contenido de inhibidor de tripsina puede ser eliminado
mediante el procesamiento a alta temperatura, pero no todo. El contenido de
inhibidor de tripsina del aislado de proteína de soja puede variar hasta cinco
veces. 21 En ratas, aún la alimentación con inhibidor de tripsina de bajo nivel
en el SPI resulta en un reducido aumento de peso en comparación con los
controles. 22
Pero el procesamiento a alta temperatura tiene el desafortunado efecto
secundario de desnaturalizar las otras proteínas en la soja hasta el punto de
que las dejan virtualmente ineficaces. 23 Por esta razón, los animales
alimentados con soja necesitan suplementos de lisina para el crecimiento
normal.
Los nitritos, que son potentes carcinógenos, se forman durante el
secado por aspersión, y una toxina llamada lisinoalanina se forma durante el
procesamiento alcalino. 24 Numerosos sabores artificiales, en particular el
MSG, se añaden al aislado de proteína de soja y a los productos de proteína
vegetal texturizada, para disfrazar su fuerte sabor a poroto e impartir el
sabor a carne. 25
En experimentos alimentarios, el uso de SPI aumentó las demandas de
vitaminas E, K, D, y B12, y creó síntomas de deficiencia de calcio, magnesio, manganeso,
molibdeno, cobre, hierro, y zinc. 26 El ácido fítico que queda en estos
productos de soja inhibe grandemente la absorción de zinc y hierro; los
animales de laboratorio alimentados con SPI les aparecen órganos agrandados, en
particular el páncreas y la glándula tiroides, y ocurre una mayor deposición de
ácidos grasos en el hígado. 27
Sin embargo, el aislado de proteína de soja y la proteína vegetal
texturizada se usan extensamente en programas de almuerzos escolares, alimentos
horneados comerciales, bebidas de dieta, y alimentos de comida rápida. Estos
alimentos son promovidos fuertemente en países del tercer mundo y forman la
base de muchos programas de alimentos donados.
A pesar de los resultados deficientes en pruebas de alimentación
animal, la industria de la soja ha patrocinado cierto número de estudios
diseñados para mostrar que los productos de proteína de soja pueden usarse en
dietas humanas como reemplazo para alimentos tradicionales. Un ejemplo es
"La Calidad Nutricional de los Aislados de Proteína del Poroto de soja:
Estudios en Niños de Edad Pre-Escolar" (Nutritional Quality of Soy Bean
Protein Isolates: Studies in Children of Preschool Age) patrocinado por Ralston
Purina Company. 28
Un grupo de niños centroamericanos que sufrían de desnutrición fue
estabilizado primero y su salud mejorada, dándoles alimentos nativos. Luego,
durante dos semanas, estos alimentos tradicionales fueron reemplazados con una
bebida hecha de aislado de proteína de soja y azúcar. Todo el nitrógeno
ingerido y todo el nitrógeno excretado fue medido con estilo verdaderamente
orwelliano: los niños eran pesados desnudos cada mañana, y todo el excremento y
el vómito era recogido para ser analizado. Los investigadores descubrieron que
los niños retenían el nitrógeno y que su crecimiento era "adecuado",
así que el experimento fue declarado un éxito. Que los niños estuviesen o no
realmente saludables con esa dieta o si podrían permanecer así durante un largo
período, es cosa aparte. Los investigadores observaron que los niños vomitaban
"a veces", por lo general después de terminar de comer; que más de la
mitad sufrían de períodos de diarrea moderada; que algunos tenían infecciones
de las vías respiratorias superiores; y que otros sufrían de sarpullido y
fiebre.
Debe observarse que los investigadores no se atrevieron a usar
productos de soja para ayudar a los niños a recuperarse de la desnutrición, y
que fueron obligados a suplementar la mezcla de soja y azúcar con nutrientes en
su mayoría ausentes de los productos de soja, principalmente, vitaminas A, D, y
B12, hierro, yodo y zinc.
Comercializando el Producto Perfecto
"Imagínese que usted pudiese cultivar el alimento perfecto. Este
alimento no sólo proporcionaría nutrición costeable, sino que debería ser
delicioso y fácil de preparar de varias maneras. Sería un alimento saludable,
sin grasas saturadas. En realidad, usted estaría cultivando casi una fuente de
la juventud en su patio trasero."
El autor es Dean Houghton, escribiendo para The Furrow 28, una revista
que John Deere publica en 12 idiomas. "Este alimento ideal ayudaría a
evitar, y quizás revertir, algunas de las enfermedades más temidas en el mundo.
Usted podría cultivar este alimento milagroso en varios tipos de suelos y
climas. Su cultivo reforzaría, no agotaría, la tierra... este alimento
milagroso ya existe. Se llama soja".
Imagínese. Los agricultores han estado imaginando - y plantando - más
soja. Lo que una vez fue un producto agrícola de menor importancia, listado en
el manual del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para el
año 1913, no como alimento, sino como producto industrial, cubre ahora 72
millones de acres de tierras labrantías estadounidenses. Gran parte de esta
cosecha se usará para alimentar pollos, pavos, cerdos, vacas, y salmones. Otra
gran porción será prensada para producir aceite para margarina, grasa para
repostería, y aderezos para ensaladas.
Los progresos en tecnología hacen posible producir proteína aislada de
soja de lo que una vez se consideró producto de desecho - residuos de soja
desgrasados, de alto contenido proteínico - y luego transformar algo que se ve
y huele horrible en productos que pueden ser consumidos por seres humanos.
Sabores, preservativos, edulcorantes, emulsionantes y nutrientes sintéticos han
convertido el aislado de proteína de soja, el patito feo de los procesadores de
alimentos, en la Cenicienta de la Nueva Era.
El nuevo alimento de cuento de hadas ha sido comercializado tanto por
su belleza como por sus virtudes. Desde el principio, los productos basados en
aislados de proteína de soja se vendieron como extensores y substitutos de la
carne, una estrategia que no produjo la requerida demanda de los consumidores.
La industria cambió su técnica.
"La manera más rápida de obtener aceptabilidad de un producto en
la sociedad menos acaudalada", dijo un vocero de la industria, "es
hacer que el producto sea consumido por su propios méritos en una sociedad más
acaudalada". 3 Así que la soja se vende ahora a consumidores más
pudientes, no como alimento barato, de pobres, sino como substancia milagrosa
que evita enfermedades del corazón, así como el cáncer, ahuyenta los
acaloramientos, produce huesos fuertes, y nos mantiene jóvenes por siempre.
La competencia - la carne, la leche, el queso, la mantequilla, y los
huevos - ha sido debidamente demolida por las correspondientes instituciones
gubernamentales. La soja sirve como la carne y la leche para una nueva
generación de virtuosos vegetarianos.
La Comercialización Cuesta Dinero
Esto es especialmente cierto cuando necesita ser reforzada con la
"investigación", pero hay abundancia de fondos disponibles. Todos los
productores de poroto de soja pagan un gravamen obligatorio de entre 0,5 y 1%
del precio del poroto de soja en el mercado. El total - algo así como $80
millones anuales 4 - sostiene el programa de United Soybean para "reforzar
la posición del poroto de soja en el mercado y mantener y expandir los mercados
domésticos y extranjeros para el poroto y productos de soja".
Los consejos estatales del poroto de soja de Maryland, Nebraska,
Delaware, Arkansas, Virginia, North Dakota, y Michigan proporcionan otros $2.5
millones para "investigación". 5 Compañías privadas como Archer
Daniels Midland también contribuyen con su parte. ADM gastó $4.7 millones en
anuncios en Meet the Press, y $4.3 millones en Face the Nation en el curso de
un año. 6
Las firmas de relaciones públicas ayudan a convertir proyectos de
investigación en artículos de periódicos y anuncios, y firmas de abogados hacen
campaña a favor de leyes gubernamentales favorables. Dinero del Fondo Monetario
Internacional financia plantas de procesamiento de soja en países extranjeros,
y políticas de libre comercio mantienen la abundancia de poroto de soja
fluyendo hacia destinos en ultramar.
La campaña a favor de la soja ha sido implacable y mundial en su
alcance. La proteína de soja se encuentra ahora en la mayoría de las marcas de
pan que se venden en supermercados. Se está usando para transformar "la
humilde tortilla, el alimento básico mexicano basado en el maíz, en una 'super
tortilla' fortificada con proteína, que reforzaría la nutrición de los casi 20
millones de mexicanos que viven en extrema pobreza". 7 La publicidad a
favor de un nuevo pan fabricado por Allied Bakeries, de Gran Bretaña, está
dirigida a las mujeres menopáusicas que buscan alivio de los accesos de calor.
Las ventas alcanzan al cuarto de millón de hogazas por semana. 8
La industria de la soja contrató los servicios de Norman Roberts
Associates, una firma de relaciones públicas, para "poner más productos de
soja en los menús escolares". 9 La USDA respondió con una propuesta para
desechar el límite de 30 % de soja en los almuerzos escolares. El programa
NuMenu permitiría el uso ilimitado de soja en estos almuerzos. Con la adición de
soja a las hamburguesas, los tacos, y la lasaña, los dietistas pueden rebajar
el contenido total de grasa por debajo del 30 % de las calorías, cumpliendo así
los dictados del gobierno. "Con los artículos alimenticios reforzados con
soja, los estudiantes reciben más nutrientes y menos colesterol y grasa".
La leche de soja ha declarado las mayores ganancias, que subieron de $2
millones en 1980 a $300 millones en los Estados Unidos el año pasado. 10 Los
progresos recientes en el procesamiento de la leche de soja han transformado
esta bebida asiática de color gris, delgada, amarga, que sabe a poroto, en un
producto que los consumidores occidentales aceptan, una bebida que sabe a
batido de leche, pero que no lleva ninguna culpa aparejada.
Los milagros en el procesamiento, buen empaque, publicidad en masa, y
una estrategia de mercadeo que subraya los posibles beneficios de estos
productos para la salud son los responsables del aumento de las ventas a los
grupos de todas las edades. Por ejemplo, los informes de que la soja ayuda a
evitar el cáncer de próstata han hecho la soja aceptable a hombres de mediana
edad. "No es necesario torcer el brazo de un hombre de entre 55 y 60 años
de edad para que pruebe la leche de soja", dice Mark Messina. Michael
Milken, antiguo financista de bonos descartados, ha ayudado a la industria a
deshacerse de su imagen de "hippie" con esfuerzos bien publicitados
para consumir 40 gramos diarios de proteína de soja.
Norteamérica hoy, mañana el mundo. Las ventas de leche de soja están
aumentando en Canadá, aunque la leche de soja cuesta allí el doble que la leche
de vaca. Están brotando plantas procesadoras de leche de soja en lugares como
Kenia. 11 Hasta China, donde la soja es realmente un alimento de pobres y cuya
población quiere más carne, no tofú, ha optado por construir fábricas de soja
al estilo occidental, antes que desarrollar pastizales occidentales para criar
animales. 12
La Afirmación de la FDA Puesta en Tela de Duda
El 25 de octubre de 1999, la US Food and Drug Administration [Administración
de Alimentos y Drogas, FDA por sus siglas en inglés] decidió admitir una
declaración a favor de productos "bajos en grasa saturada y
colesterol" que contienen 6,25 gramos de proteína de soja por porción.
Cereales para el desayuno, alimentos horneados, comidas rápidas, licuados o
batidos, y substitutos de carne pueden venderse ahora con etiquetas que
pregonan sus beneficios para la salud del sistema cardiovascular, con tal de
que estos productos contengan una cucharada colmada de proteína de soja por
cada porción de 100 gramos.
La mejor estrategia de mercadeo para un producto que es de por sí malo
para la salud es, por supuesto, una afirmación de que es bueno para la salud.
"El camino a la aprobación de la FDA", escribe un apólogo de
la soja, "fue largo y exigente, y consistió de una detallada revisión de
datos clínicos humanos recogidos de más de 40 estudios científicos llevados a
cabo en los últimos 20 años. Se averiguó que la proteína de soja es uno de los
raros alimentos con suficiente evidencia científica, no sólo para calificar
para una propuesta de declaración de salud por parte de la FDA, sino también
para en definitiva pasar el riguroso proceso de aprobación". 29
El "largo y exigente" camino hacia la aprobación de la FDA en
realidad tomó algunos giros inesperados. La inesperada solicitud, presentada
por Protein Technology International (PTI), hacía una declaración de salud a
favor de las isoflavonas, los compuestos semejantes a estrógeno que se
encuentran en abundancia en el poroto de soja, basándose en afirmaciones de que
"sólo la proteína de soja que ha sido procesada de modo que las
isoflavonas sean retenidas resultará en una reducción del colesterol".
En 1998, la FDA tomó la decisión sin precedentes de reescribir la
solicitud de PTI, eliminando cualquier referencia a los fitoestrógenos y
poniendo en su lugar una declaración a favor de la proteína de soja, una
decisión que contradecía directamente el reglamento de la agencia. La FDA está
autorizada para establecer reglas sólo en relación con substancias presentadas
por medio de una solicitud.
El cambio abrupto de dirección se debía sin duda al hecho de que cierto
número de investigadores, incluyendo científicos empleados por el gobierno de
los Estados Unidos, habían presentado documentos que indicaban que las
isoflavonas son tóxicas.
Al principio de 1998, la FDA también recibió el informe final del
gobierno británico sobre los fitoestrógenos. El informe no encontraba mucha
evidencia de beneficio, y advertía de efectos adversos potenciales. 30
Aún con el cambio a aislados de proteína de soja, los burócratas de la
FDA embarcados en el "riguroso proceso de aprobación" se vieron
obligados a ocuparse rápidamente de los efectos del bloqueo de minerales,
inhibidores enzimáticos, bociogenicidad, alteraciones del sistema endocrino,
problemas del sistema reproductor, y mayores reacciones alérgicas al consumo de
productos de soja. 31
Una de las más enérgicas cartas de protesta llegó de los Drs. Dan
Sheehan y Daniel Doerge, investigadores del gobierno en el Centro Nacional Para
la Investigación Toxicológica. 32 Sus ruegos a favor de etiquetas de
advertencia en los envases fueron desestimadas por considerárselas
injustificadas.
"La suficiente evidencia científica" de las propiedades de la
soja para reducir el colesterol fue tomada mayormente de un meta-análisis en
1995 llevado a cabo por el Dr. James Anderson, patrocinado por Protein
Technologies International y publicado en el New England Journal of Medicine.
33
Un meta-análisis es una revisión y un resumen de los resultados de
muchos estudios clínicos sobre el mismo tema. El uso de los meta-análisis para
sacar conclusiones generales ha sido criticado severamente por los miembros de
la comunidad científica.
"Los investigadores que reemplazan pruebas más rigurosas con
meta-análisis corren el riesgo de hacer falsas suposiciones y embarcarse en una
contabilidad creativa", dice Sir John Scott, presidente de la Royal
Society of New Zealand. "Lo semejante no está siendo puesto junto con lo
semejante. Varios grupos están poniendo juntos montones pequeños y grandes de
datos". 34
Hay la tentación adicional de que los investigadores, en particular los
que son financiados por compañías como PTI, dejen fuera estudios que evitarían
las conclusiones deseadas. El Dr. Anderson descartó ocho estudios por varias
razones, dejando un resto de veintinueve.
El informe publicado indicaba que los individuos con niveles de
colesterol superiores a 250 mg/dl experimentarían una "significativa"
reducción de entre 7 y 20 % en los niveles de colesterol sérico si reemplazaban
la proteína animal con proteína de soja. La reducción de colesterol fue
insignificante en los individuos cuyo colesterol era inferior a 250 mg/dl.
En otras palabras, para la mayoría de nosotros, si renunciamos a los
bistecs y en su lugar comemos hamburguesas vegetales no reduciremos los niveles
de colesterol en la sangre. La declaración de salud que la FDA aprobó
"después de una detallada revisión de datos clínicos de seres
humanos" no informa al consumidor estos importantes detalles.
La investigación que enlaza la soja con los efectos positivos sobre los
niveles de colesterol es "increíblemente inmadura", dijo Ronald M.
Krauss, MD, director del Molecular Medical Research Program [Programa de
Investigación de Medicina Molecular], y del Lawrence Berkeley National
Laboratory [Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley]. 35 Podría haber añadido
que los estudios según los cuales los niveles de colesterol fueron reducidos
por medio de dietas o drogas han resultado consistentemente en un número de
muertes en los grupos en tratamiento mayor que en los grupos de control -
muertes causadas por ataques, cáncer, desórdenes intestinales, accidentes, y
suicidios. 36
Las medidas para reducir el colesterol en los Estados Unidos han
estimulado una industria para la reducción del colesterol por valor de $60 mil
millones anuales, pero no nos han salvado de la destrucción causada por las
enfermedades del corazón.
La Soja y el Cáncer
La nueva ordenanza de la FDA no permite poner ninguna declaración sobre
prevención del cáncer en las etiquetas de los envases de alimentos, pero eso no
ha impedido que la industria y sus especialistas en mercadeo las hagan en su
literatura de propaganda.
"Además de proteger el corazón", dice el folleto de un
fabricante de vitaminas, "la soja ha demostrado poseer poderosos
beneficios contra el cáncer... los japoneses, que comen 30 veces más soja que
los norteamericanos, tienen una menor incidencia de cáncer del seno, del útero,
y de la próstata". 37
Ciertamente. Pero los japoneses, y los asiáticos en general, tienen
tasas mucho mayores de otros tipos de cáncer, en particular cáncer del esófago,
el estómago, el páncreas, y el hígado. 38 En todo el mundo, los asiáticos
también tienen una alta tasa de cáncer de la tiroides. 39 La lógica que enlaza
la baja tasa de cánceres del aparato reproductor con el consumo de soja
requiere que se atribuyan las altas tasas de cáncer de la tiroides y del tracto
digestivo a los mismos alimentos, en particular porque la soja causa estos
tipos de cáncer en ratas de laboratorio.
¿Exactamente cuánta soja comen los asiáticos? Una encuesta de 1998
descubrió que la cantidad diaria promedio de proteína de soja consumida en
Japón era como de ocho gramos para los hombres y siete para las mujeres - menos
de dos cucharaditas. 40 El famoso Estudio Cornell de China, dirigido por Colin
T. Campbell, descubrió que el consumo de legumbres en China variaba desde 0
hasta 58 gramos por día, con una media de aproximadamente doce. 41.
Suponiendo que dos tercios del consumo de legumbres sea soja, entonces
el consumo máximo es de como 40 gramos, es decir, menos de tres cucharadas por
día, con un consumo promedio de como nueve gramos, o menos de dos cucharaditas.
Una encuesta llevada a cabo en la década de 1930 reveló que los alimentos de
soja representaban sólo 1,5% de las calorías en la dieta de los chinos, en
comparación con el 65 % de las calorías procedentes de la carne de cerdo. 42
(¡Tradicionalmente, los asiáticos cocinaban con manteca, no con aceite
vegetal!)
Los alimentos de soja tradicionalmente fermentados producen una sazón
deliciosa y natural que puede proporcionar importantes factores nutritivos en
la dieta de los asiáticos. Pero, excepto en tiempos de hambruna, los asiáticos
consumen productos de soja sólo en pequeñas cantidades, como condimento, y no
como reemplazo de alimentos animales - con una excepción. Los monjes célibes
que viven en monasterios y que llevan una vida vegetariana encuentran los
alimentos a base de soja bastante útiles porque aplacan la libido.
Fue un meta-análisis de 1994, efectuado por Mark Messina, y publicado
en Nutrición y Cáncer, lo que avivó la especulación sobre las propiedades
anticarcinógenas de la soja. 43 Messina observó que, de 26 estudios sobre
animales, 65 % informaron efectos protectores de la soja. Convenientemente, se
olvidó de incluir por lo menos un estudio en el cual la alimentación con soja
causó cáncer del páncreas, a saber, el estudio que llevó a cabo Rackis en 1985.
44 En los estudios humanos que él listó, los resultados fueron mixtos.
Algunos de estos estudios mostraban algún efecto protector, pero la
mayoría no mostraron en absoluto ninguna correlación entre el consumo de soja y
la tasa de cáncer. Rackis llegó a la conclusión de que "los datos en esta
revisión no pueden usarse como base para afirmar que la ingesta de soja
disminuye el riesgo de cáncer". Pero, en su libro subsiguiente, The Simple
Soybean and Your Health [El Sencillo Poroto de soja y Su Salud], Messina hace
justamente esta afirmación, recomendando una taza de 230 gramos de productos de
soja por día en su dieta "óptima" como medio de evitar el cáncer.
Miles de mujeres están ahora consumiendo soja en la creencia de que
ésta les protege contra el cáncer del seno. Pero, en 1996, los investigadores
descubrieron que las mujeres que consumían aislado de proteína de soja tenían
una tasa mayor de hiperplasia epitelial, una condición que presagia el cáncer
maligno. 45 Un año más tarde, se encontró que la genisteína de dieta estimulaba
las células mamarias para entrar al ciclo celular - un descubrimiento que llevó
a los autores del estudio a llegar a la conclusión de que las mujeres no deben
consumir productos de soja para evitar el cáncer del seno. 46
Fitoestrógenos: ¿Panacea
o Veneno?
El macho de las aves
tropicales tiene, cuando nace, el plumaje pardo de la hembra, y se
"colorean" a la madurez, lo cual ocurre entre los nueve y los 24
meses. En 1991, Richard y Valerie James, criadores de aves de Whangerai, Nueva
Zelanda, compraron una nueva clase de alpiste para sus aves - basado mayormente
en proteína de soja. 47 Cuando se usó alpiste con base de soya, el plumaje de
las aves se "coloreó" después de sólo unos meses. En realidad, un
fabricante de alpiste afirmó que este desarrollo adelantado era una ventaja
impartida por el alpiste.
Un anuncio de 1992 de la
fórmula del alpiste Roudybush mostraba a un rosela carmesí macho, un loro
australiano que adquiere su hermoso plumaje rojo entre los 18 y los 24 meses, y
que ya aparece coloreado a las 11 semanas. Desafortunadamente, en los años
subsiguientes, hubo una menor fertilidad en las aves, con madurez precoz, y
pichones deformes, atrofiados, y prematuros, y muertes prematuras,
especialmente entre las hembras, con el resultado de que la población total en
los aviarios entró en franca declinación.
Las aves sufrían de
deformidades del pico y de los huesos, bocio, desórdenes del sistema
inmunológico, y conducta patológica, agresiva. La autopsia reveló que los
órganos digestivos estaban en estado de desintegración. La lista de problemas
correspondía a muchos de los que los James habían encontrado en sus dos hijos,
a los cuales se les había dado fórmula para bebés con base de soja.
Alarmados, horrorizados,
furiosos, los James contrataron al toxicólogo Mike Fitzpatrick, Ph. D., para
que investigara más. La literatura del Dr. Fitzpatrick en forma de una revista,
reveló evidencia de que el consumo de soja está ligado a numerosos desórdenes,
que incluyen infertilidad, mayor tasa de cáncer y leucemia infantil; y, en
estudios que databan de la década de 1950, 48 que la genisteína en la soja
causa trastornos endocrinos en animales.
El Dr. Fitzpatrick
también analizó el alpiste y descubrió que contenía altos niveles de
fitoestrógenos, especialmente genisteína. Cuando los James dejaron de usar el
alpiste con base de soja, la bandada regresó gradualmente a sus hábitos y su
conducta normales.
Los James se embarcaron
en una cruzada privada para advertir al público y a los funcionarios
gubernamentales acerca de las toxinas en alimentos de soja, en particular las
isoflavonas, que causan trastornos endocrinos, la genisteína, y el diadzén.
Protein Technology International recibió su material en 1994.
En 1991, unos
investigadores japoneses informaron que el consumo de apenas 30 gramos o dos
cucharadas de poroto de soja por día durante sólo un mes había dado como
resultado un significativo aumento de la hormona que estimula la tiroides. 49
En algunos sujetos apareció bocio difuso e hipertiroidismo, y muchos se quejaron
de constipación, fatiga y letargo, aunque la ingesta de yodo había sido
adecuada.
En 1997, unos investigadores del Centro Nacional para Investigación
Toxicológica de la FDA hicieron el embarazoso descubrimiento de que los
componentes bociogénicos de la soja eran las isoflavonas mismas. 50
Veinticinco gramos de aislado de proteína de soja, la cantidad mínima
que PTI afirmaba que tenía efectos reductores del colesterol, contiene entre 50
y 70 mg de isoflavonas. Sólo se necesitaron 45 mg de isoflavonas en mujeres
premenstruales para obtener significativos efectos biológicos, incluyendo una
reducción de las hormonas necesarias para la adecuada función de la tiroides.
Estos efectos permanecieron durante tres meses después de haberse descontinuado
el consumo de soja. 51
Cien gramos de proteína de soja - la dosis máxima indicada para reducir
el colesterol, y la cantidad recomendada por PTI - pueden contener casi 600 mg
de isoflavonas, 52 una cantidad que es indiscutiblemente tóxica. En 1992, el
servicio de salud suizo calculó que 100 gramos de proteína de soja
proporcionaban el equivalente estrogénico de la píldora. 53
Los estudios in vitro indican que las isoflavonas inhiben la síntesis
del estradiol y otras hormonas esteroides. 54 Se han observado desórdenes en el
aparato reproductor, infertilidad, y enfermedades en la tiroides y el hígado
debidas a la ingestión de isoflavonas en la dieta de varias especies animales,
incluyendo ratones, guepardos, codornices, cerdos, ratas, esturiones, y ovejas.
55
Son las isoflavonas en la soja las que se dice que tienen un efecto
favorable sobre los síntomas post-menopáusicos, incluyendo acaloramientos, y
protección contra la osteoporosis. La cuantificación de la incomodidad debida
al acaloramiento es en extremo subjetiva, y la mayor parte de los estudios
muestra que los sujetos de control informan una reducción en la incomodidad en
cantidad igual a la de los sujetos que recibían soja. 56 La afirmación de que
la soja evita la osteoporosis es pasmosa, dado el hecho de que los alimentos a
base de soja bloquean el calcio y causan deficiencia de vitamina D.
Si los asiáticos tienen realmente tasas más bajas de osteoporosis que
los occidentales, es porque su dieta proporciona abundancia de vitamina D
procedente de camarones, manteca, y mariscos, y mucho calcio de caldo de hueso.
La razón de que los occidentales tengan tasas tan altas de osteoporosis es que
han reemplazado, con soja, la mantequilla, que es una fuente tradicional de
vitamina D y otros activadores solubles en grasa que se necesitan para la
absorción del calcio.
Píldoras Anticonceptivas Para Bebés
Pero fueron las isoflavonas en los biberones lo que más preocupó a los
James. En 1998, los investigadores informaron que la exposición diaria de bebés
a las isoflavonas en los biberones a base de soja es de 6 a 11 más alta, por
peso, que la dosis que tiene efectos hormonales en adultos que consumen
alimentos de soja. Las concentraciones circulantes de isoflavonas en bebés
alimentados con preparaciones a base de soja eran entre 13,000 y 22,000 veces
más altas que las concentraciones de plasma estradiol en bebés alimentados con
fórmulas a base de leche de vaca. 57
Aproximadamente el 25% de los niños alimentados con biberón en los
Estados Unidos reciben una fórmula a base de soja, un % mucho mayor que en
otras partes del mundo occidental. Fitzpatrick calculó que un bebé alimentado
exclusivamente con una fórmula a base de soja recibe el equivalente
estrogénico, por peso, de por lo menos cinco píldoras anticonceptivas por día.
58 Por contraste, no se han detectado casi estrógenos en fórmulas para bebés a
base de productos lácteos o de leche humana, aunque la madre consuma productos
de soja.
Por años, los científicos han sabido que la fórmula a base de soja
puede causar problemas con la tiroides en bebés. Pero, ¿cuáles son los efectos
de los productos de soja en el desarrollo hormonal de los bebés, tanto varones
como niñas?
Los bebés varones experimentan una "oleada de testosterona"
durante los primeros meses de vida, cuando los niveles de testosterona pueden
llegar a ser tan altos como los de un varón adulto. Durante este período, el
bebé es programado para expresar características masculinas después de la
pubertad, no sólo en el desarrollo de sus órganos sexuales y otros rasgos físicos
masculinos, sino también en el establecimiento de patrones cerebrales
característicos de la conducta masculina.
En los monos, la deficiencia de hormonas masculinas perjudica el
desarrollo de la percepción espacial (que, en los humanos, normalmente es más
aguda en los hombres que en las mujeres), de la capacidad para aprender, y de
las tareas de discriminación visual (como las que se requieren para leer). 59
No es necesario decir que los futuros patrones de orientación sexual pueden
también ser influidos por el ambiente hormonal inicial.
Los bebés varones expuestos durante la gestación al dietilstilbestrol
(DES), un estrógeno sintético que tiene sobre los animales efectos similares a
los de los fitoestrógenos de la soja, tenían testículos más pequeños que lo
normal al llegar a la madurez. 60
La discapacidades para el aprendizaje, especialmente en niños varones,
han alcanzado proporciones epidémicas. La alimentación de bebés con productos a
base de soja - que comenzó en firme a principios de la década de 1970 - no
puede ser pasada por alto como causa de estos trágicos sucesos.
En cuanto a las niñas, un alarmante número de ellas está entrando en la
pubertad mucho más temprano de lo normal, según un reciente estudio reportado
en la revista Pediatrics. 61 Los investigadores descubrieron que uno % de todas
las niñas ahora muestran señales de pubertad, tales como desarrollo de los
senos o de vello púbico, antes de los tres años; a la edad de ocho años, el
14.7 % de las niñas blancas y casi el 50 % de de las niñas afroamericanas
muestran una o más de estas características.
Nuevos datos indican que los estrógenos ambientales, como los PCB y el
DDE (que resultan de la descomposición del DDT) pueden causar desarrollo sexual
prematuro en las niñas. 62 En el estudio sobre el Desarrollo Prematuro de los
Senos, llevado a cabo en 1986 en Puerto Rico, la más significativa asociación
dietaria con el desarrollo prematuro sexual no fueron los pollos - como informó
la prensa - sino las preparaciones de biberones a base de soja. 63
Las consecuencias de esta niñez truncada son trágicas. Niñas con
cuerpos maduros tienen que entendérselas con sentimientos e impulsos que la
mayoría de los niños no están preparados para manejar. Una maduración muy
temprana de las niñas es con frecuencia una señal de problemas con el sistema
reproductor más tarde en la vida, incluyendo el no poder menstruar,
infertilidad, y cáncer de los senos.
Los padres que se han puesto en contacto con los James dan cuenta de
otros problemas asociados con niños de uno y otro sexo alimentados con fórmulas
a base de soja, problemas que incluyen conducta emocional extrema, asma,
problemas del sistema inmunológico, insuficiencia pituitaria, desórdenes de la
tiroides, y síndrome del intestino irritable - los mismos estragos endocrinos y
digestivos que afligieron a los loros de los James.
Disensión en las Filas
Los organizadores del Tercer Simposio Internacional Sobre la Soja se
verían en apuros para llamar a la conferencia un éxito sin reservas. En el
segundo día del simposio, la empresa Food Commission, de Londres, y la Weston
A. Price Foundation, de Washington, D.C., tuvieron una conferencia de prensa
conjunta en el mismo hotel que el simposio, para presentar sus preocupaciones
relativas a las fórmulas para bebés a base de soja.
Los delegados permanecieron sentados, impasibles, durante la recitación
de los peligros potenciales, y una apelación de preocupados científicos y
padres para que se retiraran del mercado las preparaciones para bebés a base
soja. Bajo la presión de los James, el gobierno neozelandés había emitido, en
1998, una advertencia sobre la fórmula a base de soja; era tiempo que el
gobierno de los Estados Unidos hiciera lo mismo.
En el último día del simposio, las presentaciones de nuevos
descubrimientos relacionados con la toxicidad enviaron un bien escalofrío
oxigenado a través de la vertiginosa propaganda. El Dr. Lon White informó sobre
un estudio llevado a cabo por japoneses-americanos que viven en Hawái, que
mostraba una significativa relación estadística entre dos o más servidas de
tofú por semana y el "envejecimiento acelerado del cerebro". 64
Los participantes que consumían tofú en su mediana edad tenían una
menor función perceptiva más tarde en la vida, y una tasa mayor de la
enfermedad de Alzheimer y demencia. "Es más", dijo el Dr. White, los
que comían mucho tofú, parecían cinco años más viejos cuando tenían 75 u 80
años". 65 White y sus colegas culparon a las isoflavonas de los efectos
negativos - un descubrimiento que apoya un estudio anterior según el cual las
mujeres post-menopáusicas con niveles mayores de estrógeno circulante
experimentaron una mayor declinación perceptiva. 66
Los científicos Daniel Sheehan y Daniel Doerge, del Centro Nacional
para la Investigación Toxicológica, le arruinaron el día a PTI al presentar
descubrimientos hechos en estudios sobre alimentación de ratas, los cuales
indicaban que la genisteina en alimentos de soja causa daño irreversible a las
enzimas que sintetizan las hormonas de la tiroides. 67
"La asociación entre el consumo de poroto de soja y el bocio en
animales y seres humanos tiene una larga historia", escribió Doerge.
"La evidencia actual en favor de los efectos beneficiosos de la soja
requiere también la plena comprensión de los efectos adversos potenciales".
El Dr. Claude Hughes informó que las ratas nacidas de madres
alimentadas con genisteina pesaban menos al nacer en comparación con los
controles, y la aparición de la pubertad ocurría más temprano en las crías
macho. 68 Su investigación indica que los efectos observados en ratas "...
por lo menos predecirían lo que ocurre en seres humanos".
"No hay razón para suponer que habrá malformaciones manifiestas en
fetos, pero habrá cambios sutiles, tales como en atributos neuroconductuales,
funciones inmunológicas, y niveles de hormonas sexuales". Los resultados,
dijo, "podrían ser nada, o podrían ser algo que cause gran preocupación...
si la mamá está comiendo algo que puede actuar como las hormonas sexuales, es
lógico preguntarse si eso podría cambiar el desarrollo del bebé". 69
Un estudio de bebés nacidos de madres vegetarianas, publicado en enero
de 2000, indicaba precisamente lo que podrían ser esos cambios en el desarrollo
del bebé. Las madres que tenían una dieta vegetariana durante el embarazo
tenían un riesgo cinco veces mayor de dar a luz un bebé con hipospadias, un
defecto de nacimiento en el pene. 70 Los autores del estudio indicaron que la
causa era una mayor exposición a los fitoestrógenos en alimentos de soja que
son populares entre los vegetarianos.
Es más probable que los problemas con la descendencia femenina de
madres vegetarianas aparezcan más tarde en la vida. Aunque el efecto
estrogénico de la soja es menor que el del dietilstilbestrol (DES), es probable
que la dosis sea mayor porque es consumida como alimento, no tomada como droga.
Las hijas de mujeres que tomaron DES durante el embarazo sufrieron de
infertilidad y cáncer cuando llegaron a los veinte años o más.
Signos de Interrogación Sobre la Condición GRAS
Acechando en el trasfondo de la propaganda de la industria está la
persistente pregunta de si es siquiera legal añadir aislado de proteína de soja
a los alimentos. Todos los aditivos para alimentos que no eran de uso común
antes de 1958, incluyendo proteína de caseína de leche, deben tener la
condición GRAS [Generally Recognized As Safe] Generalmente Reconocido Como
Seguro. En 1972, la administración Nixon ordenó que se re-examinaran
substancias que se creían GRAS, a la luz de cualquier información científica
disponible en ese tiempo.
Este re-examen incluía proteína de caseína que había sido codificada
como GRAS en 1978. En 1974, la FDA obtuvo una revisión de la literatura sobre
la proteína de soja porque, como esta proteína no se había usado en los
alimentos antes de 1959 y ni siquiera era de uso común a principios de la
década de 1970, no era elegible para ser exceptuada del requisito GRAS bajo las
provisiones de la Ley de Alimentos, Drogas, y Cosméticos. 71
Hasta 1974, la literatura científica reconocía muchos antinutrientes en
la proteína de soja fabricada, incluyendo los inhibidores de tripsina, el ácido
fítico, y la genisteina. Pero la revisión de literatura de la FDA desestimó una
discusión de los impactos adversos, con la afirmación de que era importante
eliminarlos para un "adecuado procesamiento".
La genisteina podía ser eliminada mediante un lavado con alcohol, pero
era un procedimiento costoso, que los procesadores evitaban. Estudios
posteriores establecieron que el contenido de inhibidor de tripsina podía ser
eliminado sólo mediante largos períodos de calor y presión, pero la FDA no ha
impuesto ninguna exigencia de que los fabricantes hagan esto.
La FDA estaba más preocupada por las toxinas que se formaban durante el
procesamiento, específicamente los nitritos y la lisinoalanina. 72 Siempre a
bajos niveles de consumo - en promedio, un tercio de gramo por día en ese
tiempo - la presencia de estos carcinógenos era considerada una amenaza
demasiado grande contra la salud pública como para permitir la condición GRAS.
La proteína de soja sí fue aprobada para ser usada como empastadura en
cajas de cartón, y a esta aprobación se le permitió continuar, pues los
investigadores consideraron que la emigración de nitritos desde la caja hasta
el alimento contenido en ella sería demasiado pequeña para constituir un riesgo
de cáncer. Los funcionarios de la FDA requirieron especificaciones de seguridad
y procedimientos de monitoreo antes de conceder la condición GRAS para estos
alimentos.
Estos procedimientos nunca se llevaron a cabo. Hasta la fecha, el uso
de la proteína de soja está codificada como GRAS sólo para este limitado uso
industrial como empastadura para cartón. Esto significa que la proteína de soja
debe sujetarse a procedimientos de aprobación previos al mercadeo cada vez que los
fabricantes se propongan usarla como alimento o añadirla a los alimentos.
La proteína de soja fue introducida en las fórmulas para bebés a
principios de la década de 1960. Era un producto nuevo, absolutamente sin
ningún historial de uso. Puesto que la proteína de soja no tenía condición
GRAS, se requería la aprobación de pre-mercadeo. Esta condición no había sido
concedida, y todavía no lo ha sido. El ingrediente clave en la fórmula de soja
para bebés no está reconocido como seguro.
¿El Próximo Asbestos?
"Contra el trasfondo de una amplia alabanza...existe la creciente
sospecha de que la soja - a pesar de sus indiscutibles beneficios - puede
representar algunos riesgos para la salud", escribe Marian Burros, una de
las principales escritoras del New York Times. Más que el de ninguna otra
escritora, el patrocinio, por parte de la Srta. Burros, de una dieta baja en
grasa y mayormente vegetariana ha llevado a los norteamericanos a los pasillos
de los supermercados que ofrecen alimentos a base de soja.
Sin embargo, su artículo "Las dudas ensombrecen las alegres
noticias sobre la soja", del 26 de enero del 2000, contiene la siguiente
afirmación alarmante: "Ni uno solo de los 18 científicos entrevistados
para esta columna estuvo dispuesto a decir que el ingerir isoflavonas estaba
libre de riesgo". La Srta Burros no enumeró los riesgos, ni mencionó que
los 25 gramos de soja diarios recomendados contienen suficientes isoflavonas
para causar problemas en individuos sensibles, pero era evidente que la industria
había reconocido le necesidad de cubrirse.
Debido a que la industria está extremadamente expuesta... los abogados
de contingencias pronto descubrirán que el número de demandantes potenciales
puede contarse por millones, y que los bolsillos son muy, muy hondos. Los
jurados escucharán algo así: "La industria ha sabido por años que la soja
contiene muchas toxinas".
"Al principio, le dijeron al público que las toxinas eran
eliminadas mediante el procesamiento. Cuando fue evidente que el procesamiento
no las eliminaba, afirmaron que estas substancias eran beneficiosas. Su
gobierno concedió un reclamo de salud a una sustancia que es venenosa, y la
industria le mintió al público para poder vender más soja".
La "industria" incluye a los comerciantes, fabricantes, científicos,
publicistas, burócratas, ex-financistas de bonos, escritores sobre alimentos,
compañías fabricantes de vitaminas, y tiendas al menudeo. Los granjeros
probablemente se escaparán porque fueron engañados como el resto de nosotros.
Pero necesitan encontrar alguna otra cosa que cultivar antes de que la burbuja
de la soja estalle y el mercado se venga abajo: ganado alimentado con pasto,
vegetales de diseño... o cáñamo para fabricar papel para miles y miles de
sumarios legales.
Acerca de las Autoras
Sally Fallon es autora de
"Nourishing Traditions: The Cookbook That Challenges Politically Correct
Nutrition and the Diet Dictocrats" (1999, 2da. Edición, New Trends
Publishing, y presidente de la Weston A. Price Foundation, de Washington, D. C.
Mary G. Enig, Ph.D., una nutricionista ampliamente conocida por sus
investigaciones sobre los aspectos nutricionales de las grases y los aceites,
es consultora, doctora, y directora de la División de Ciencias Nutricionales de
Enig Associates, Inc., de Silver Spring, Maryland. Recibió su grado de Doctora
en Filosofía en Ciencias Nutricionales en la Universidad de Maryland, College
Park, en 1984, dictó un curso de postgrado sobre la interacción entre
nutrientes y drogas para el Programa de Postgrado en Ciencias Nutricionales, y
fue Asociada de Investigación en la Facultad desde 1984 hasta 1991 con el Grupo
de Investigación de Lípidos en el Departamento de Química y Bioquímica.
La Dra. Mary G. Enig es Fellow del American College of Nutrition, y
miembro del American Institute of Nutrition. Sus muchos años de experiencia
como "nutricionista de laboratorio" en el análisis de grasas y
aceites en alimentos, proporciona fundamento para los papeles activos en los
puntos en disputa sobre la etiquetación y la composición de alimentos a niveles
federal y estatal.
La Dra. Enig es Editora Consultiva para el Journal of the American
College of Nutrition, y anteriormente sirvió como Editora Colaboradora para
Nutrición Clínica. Ha publicado 14 trabajos científicos sobre el tema de las grasas
y los aceites en los alimentos, varios capítulos sobre nutrición para varios
libros, y presentado más de 35 trabajos científicos sobre temas de alimentos y
nutrición. Es presidenta de la Maryland Nutritionists Association, anterior
presidenta de la Coalition of Nutritionists of Maryland, en 1986 fue nombrada
por el gobernador para Maryland State Advisory Council of Nutrition, y fungió
como Presidenta del Subcomité de Salud hasta que el Consejo fue disuelto en
1988.
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